Parte 12

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Llegaron al apartamento de Chiara y se pusieron a cocinar pizza casera. Bueno, o al menos eso debería ser.

"Te enseñaré el secreto de mi pizza casera, remángate las mangas de la sudadera", dijo Chiara.

Violeta la miró y lo único que hizo fue tirar de su sudadera para quitársela. Chiara tragó fuerte ante este gesto.

"¿Empezamos?", preguntó nerviosa. No podía evitar estar nerviosa, esa chica la volvía loca.

"Por supuesto, chef", respondió riendo ante su reacción.

Chiara mezcló los ingredientes para que la masa de la pizza saliera perfecta, la colocó en la encimera y se situó detrás de Violeta. Apartó un mechón de pelo de ella y le susurró al oído: "Para que sea perfecta, se tiene que amasar con amor".

Violeta se estremeció al sentir sus labios demasiado cerca. Colocó las manos sobre la masa y esperó impaciente instrucciones. Chiara le recorrió los brazos con las manos hasta llegar a las suyas para guiarla.

"Más despacio", volvió a susurrar.

Violeta bajó el ritmo, pero tampoco es que pudiera concentrarse demasiado con ella detrás y con sus manos viajando por su cuerpo, y lo que le faltaba era sentir los labios de Chiara sobre su cuello.

No pudo evitar que se le escapara un pequeño gemido, entre el calor que sentía en su interior y el que desprendía Chiara se iba a morir, la necesitaba demasiado.

Chiara flipó y se murió a partes iguales por el sonido emitido de los labios de la pelirroja, no podía más, se estaba muriendo por tocarla y hacerle el amor hasta no poder más.

"Esto ya está", se separó de ella mientras terminaba la pizza y la metía al horno.

Cuando se dio la vuelta, pudo ver las mejillas de Violeta pintadas de un color rojizo, no lo pudo evitar, se mordió el labio y fue hasta donde el taburete donde estaba sentada.

"¿Te ha gustado la experiencia de ser ayudante?" dijo riéndose.

"Sí, pero me gustaría más... sí", dijo dudando.

"¿Sí?" Chiara levantó una ceja.

"Sí, me besaras de una puta vez "

Chiara se rió ante su comentario, y sin pensarlo más, atacó los labios de Violeta de forma desenfrenada. Violeta puso su mano contra su nuca para profundizar el beso, ejerciendo presión para que el cuerpo de Chiara estuviera más cerca del suyo.

"Te necesito, no aguanto más. Tenerte cerca me quema", dijo entrecortadamente mientras seguía besándose con pasión.

"Violeta", dijo Chiara a duras penas. "Quédate a dormir esta noche", añadió juntando su frente con la de ella, con los ojos cerrados y tragando fuerte. "Quédate esta noche y te prometo algo más que un simple polvo en la cocina".

Tú y yo, y todo lo demás -KiViDonde viven las historias. Descúbrelo ahora