Tú y yo, y todo lo demás -KiVi

Parte 18

Violeta y chaira estaban tumbadas en el suelo de la azotea mientras escuchaban los pasos acercarse, se aferraban más la una a la otra.
Ell hombre trajeado se paró juntos antes de llegar al escondite de las chicas cuando escuchó un ruido extraño, decidió bajar a comprobar que era ese ruido, se encontró con su otro compañero y decidieron irse en vista de que no había nadie.
Después de un tiempo prudencial Violeta y Chiara decidieron asomarse con cautela a la casa para observar la situación, al ver que no había nadie decidieron llamar a Ruslana mientras le contaban cómo podían lo que había pasado, no estaban seguras en su casa, decidió llamar también a Martín para contarle lo que había pasado, el muchacho les dijo que fueran a su casa.

Terminaron de recoger sus cosas y salieron con cautela, para ir a casa de Martin era necesario ir con coche, se montaron en el coche y reinaba el silencio entre las dos mujeres

"Chiara......".-dijo Violeta con un hilo de voz

"Dime"-dijo sin apartar la vista de la carretera

"¿Te arrepientes de lo que hemos hecho antes.....de que tocaran a la puerta?"

Chiara frenó el coche en un lado de la carretera

"Porque dices eso ahora?" Dijo enfadada

"Pues porque estás así, incómoda, sobresaltada"

"No me arrepiento, claro que no me arrepiento. Como me voy a arrepentir violeta? Es que no te acuerdas de nuestra conversación anterior?" Dijo algo más calmada

"Entonces qué pasa?" Dijo con lágrimas en los ojos

"No pasa nada contigo Violeta, simplemente es que esto es demasiado grave. Yo no quiero volver con ellos, no quiero más malos tratos, no quiero no ser libre, no quiero no quererte.....porque me arde no poder quererte y que se sienta que es algo malo quererte" dijo angustiada

"No vas a volver con ellos. Claro que no vas a volver con ellos"dijo acercándose un poco a ella

"Eso no lo sabes" dijo mirándola apenada "Mi madre es capaz de ser demasiado cruel."

En ese momento dos coches llegaron parándose justo detrás de ellas. Del mercedes negro se bajó un hombre con cara de pocos amigos, cuando violeta se dio cuenta de la presencia de aquel hombre se le corto la respiración. Del BMW una mujer rubia bastante enfadada, lo que hizo que Chiara empezará a temblar.

"Mierda"dijeron las dos al unísono

Se quedaron inmóviles, no sabían qué hacer hasta que sus dos progenitores llegaron hasta la ventanilla del coche.

"Violeta sal del coche ya"

"Chiara sal del coche ya"

Ya no quedaba de otra, solo les quedaba salir del coche. Estaban perdidas, y Violeta se sentía la peor persona del mundo por haber sido la causante de esa parada.

"Papá qué haces aquí?"dijo atónita ante esta situación

"Esta mañana me ha llamado esa mujer, diciéndome que resulta que mi hija está saltando de cama en cama y que resulta que ha terminado en cama de su hija desaparecida" dijo con rabia y frustración "Esto ya es el colmo, te he dejado hacer lo que te da la gana siempre y así me lo pagas, liándote con una Oliver? Se acabó nos vamos y despídete, no la vas a volver a ver" la cogió del brazo mientras la arrastraba al coche.

Violeta volteo para poder ver a Chiara, pero se encontró con un rostro mucho más oscuro, el de aquella mujer con una sonrisa triunfante, lo había conseguido. El padre de violeta cerró la puerta del coche, y antes de meterse en él le dedicó unas palabras a madre e hija

"A ti te quiero lejos de mi familia" le dijo a la mujer rubia mientras la señalaba " y a ti lejos de mi hija" dijo señalando a Chiara.

Se metió en el coche y aceleró con fuerza, llevándose a Violeta con él y odiándose a ella misma por tener que haber parado el coche

Chiara están inmovil, había pedido, realmente había pedido todo lo que había conseguido aquellos años atrás, volví al infierno por la puerta grande.

"Sube al coche" le dijo su madre

"Por supuesto que no voy a subir al coche" dijo todo lo firme que pudo

"Sube al coche, no me hagas obligarte"

"Ya no tienes nada, te odio eres un monstruo que se alimenta del daño que le provoca a los demás por que es una infeliz......se detuvo de golpe cuando su madre le propinó una bofetada

"Sube al coche, esto no lo vamos a discutir aquí" la agarro tan fuerte del brazo que literalmente la arrastró al interior del coche

Y así estaban las dos, subidas en un coche en diferentes direcciones con el corazón hacia la misma dirección, llorando de dolor y de pena. Violeta sabía que ella no era como su padre decía, era diferente y sin quererlo se había enamorado de ella.