Familias enfrentadas, sentimientos confusos y mucha hostilidad, realmente podrá salir bien?
Chiara desde muy pequeña siempre había sido una rebelde, su familia era poseedora de una grandes empresas llamadas Olvider SL, la clara competencia de Hodar...
Fue entonces cuando simplemente se dejó llevar por lo que sentía y volvió a encontrarse con sus labios, estirando suavemente de ella para que se sentara a horcajadas encima de ella mientras dejaba suaves caricias en su espalda.
Era un beso suave, lento y distinto a los otros. Violeta pidió en forma de grito ahogado poder introducir la lengua y recoger cada rincón de su boca con ella. Y así estaban otra vez en una lucha interna por querer parar y no poder. Las dos se separaron por falta de aire y Violeta se acurrucó en el cuello de Chiara mientras suspiraba.
"Gracias", decía en un susurro contra su cuello. "Gracias por hacerme ver la magia de lo sencillo y por dar cordura a mi mundo de locos", decía un poco más fuerte.
Se separó del cuello de Chiara para poder mirarla directamente a los ojos mientras examinaba cada detalle de ella.
"Creo que nunca nadie había hecho que algo tan sencillo pudiera ser tan mágico. A veces es complicado, ¿sabes? Mis padres siempre han estado fuera de casa porque trabajan mucho, siempre he querido un poco de atención", suspiró antes de seguir hablando. "Entonces vi que si no hacía caso y me convertía en algo que realmente nunca había sido, me prestaban más atención, aunque sea solo para regañarme. Una vez me echaron la bronca durante una semana por cortar el pelo a la mujer que nos hacía la comida. Nunca había hablado tanto con mis padres."
"Espero que el corte fuera moderno por lo menos", rió Chiara.
"Fue de todo menos moderno", dijo riendo también. "No sé, eras lo último que me esperaba encontrar aquí, yo solo venía a una alfombra roja y me iba. Y ahora todo mi mundo está patas arriba."
"¿Por qué llegaste así esa noche? ¿Te pasaste bebiendo o simplemente es así siempre?" (Oh oh, se avecina la pregunta incómoda).
"Para dejar de pensar. Los últimos meses no han sido nada fáciles. Cuando llegué a ese lugar, pude sentir que solo era un animal herido. Hace unos meses, mi ex novio me fue infiel, además descubrí que también tenía ciertos vicios secretos..."
"¿Vicios secretos? ¿A qué te refieres con eso?", dijo levantando una ceja.
"Consumía drogas, cocaína, pastillas. Me di cuenta tarde porque cada vez que salíamos de fiesta se encargaba de que me emborrachara lo suficiente. Hasta que entré en un baño y lo vi, entonces me medio obligó a probar una raya, me quise ir." Tuvo que callar porque el dolor se hacía notable, pudo seguir cuando Chiara la apretaba más contra ella en señal de que ella estaba ahí para ella. "Nos peleamos, le empujé y me fui y menos mal, lo grabaron, y la gente, como no, también me metió a mí en el saco. Días después lo dejé."
Chiara vio cómo una lágrima resbalaba por la mejilla de Violeta, mejoró su agarre pasando a hacerlo con una mano, mientras con la otra limpiaba la lágrima.
"No te sientas mal por hacer lo correcto. Ese tipo es un cerdo aparte de un imbécil y no has hecho nada malo. El amor no es eso, y no eres un trofeo al que enseñar", dijo de manera suave mientras acariciaba su mejilla.
Violeta recostó nuevamente la cabeza en el pecho de Chiara mientras observaba los colores del atardecer. Se sentía como en casa y no entendía muy bien por qué, realmente era un poco una locura que pudiera salir bien, pero al menos de momento iba bien.
"Mañana se supone que me tendría que ir, pero creo que me voy a quedar unos días más", dijo sin moverse del pecho de Chiara.
"Fingamos que es porque te gusta la ciudad y no porque quieres más besos míos", dijo con chulería para molestar y ganándose un suave golpe sobre su pierna.
Se quedaron un rato más abrazadas mientras veían el atardecer. Se iban dejando suaves caricias y besos fugaces, cuando la noche se hizo presente decidieron que era hora de moverse.
"¿Quieres venir a mi casa? ¿Y te hago algo de comer? Ruslana se ha ido a pasar unos días con Omar, así que estoy sola", preguntó Chiara mientras caminaban una al lado de la otra.
Violeta le regaló una sonrisa y le dio un suave beso en los labios mientras hacía que esta le pasara el brazo por encima de los hombros.
"Me encantaría, así comprobaría si cocinas tan bien como besas", dijo sonriendo.
Las dos se encaminaron hacia la casa de Chiara de forma tranquila y jovial, hablaban y se reían, como toda la tarde.
Podríamos decir que cuando encontramos a nuestra persona, la conexión no entiende de tiempo ni de espacio, solo de deseo.
Bueno el próximo viene fuerte.......solo diré que hot hot hot 10 estrellas y lo subo antes de lo que pensáis.
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