La Señorita Chankimha Freenbecky (Gip)

Capitulo 23

Maratón 3/3

Narrador

Un mes después

Becky abría los ojos sintiendo como el sol pegaba en su rostro. Se trató de estirar un poco en la cama, pero no pudo debido a que otro cuerpo sobre ella le impedía hacerlo.

Sonrió recordando la noche que tuvo con Freen. Y recordó que desde la última vez en el departamento de Freen no pudo separarse de ella.

Aún no eran novias, no se etiquetaron con ninguno nombre. Pero si compartían tres veces por semana a entregarse la una a la otra.

La rubia dio vueltas su cabeza para mirar el reloj que posaba en la mesita de luz junto a la cama. Abrió sus ojos muy grandes al notar que eran las 12 del mediodía. Aunque hoy fuera domingo, sabía que se había pasado una vez más al quedarse con Freen hasta tan tarde.

Su padre poco y nada creía ya las mentiras de la rubia, la cual siempre era la misma.

"Salimos de fiesta con Mind y no nos dimos cuenta de la hora, así que tuve que dormir en su casa"

Esta demás decir que no era la primera vez que la rubia llegaba pasado el medio día un domingo.

-¡Freen!- dijo cómo pudo.

-¿Uhm?- hizo un sonido extraño la pelinegra.

-Freen me volví a dormir.- dijo la rubia moviendo el cuerpo de la pelinegra para salir de la cama.

-Tengo que irme.- dijo casi saliendo de los brazos de Freen.

-No,- decía Freen con su tono de voz más ronco de lo normal- quédate, por favor.

Becky sintió que su corazón se aceleraba como loco. Amaba cuando la ojos grises le pedía por favor que no se fuera. Pero Becky no sabía hasta cuando podría seguir mintiendole a su padre, sentía que traicionaba su confianza.

-Freen por favor te lo pido yo.- dijo y Freen abrió sus ojos para observar como la rubia salía de su cama y comenzaba a vestirse a toda prisa.

-Esta bien,- dijo Freen- quieres que te acerqué hasta tu casa.

-Claro y de paso te quedas a almorzar.- ironizó la rubia- Estoy segura que mi padre estará feliz de vernos juntas.

Freen sintió su pecho arder un poco. Ella estaba muy consiente de que lo que tenía con Becky hace más de un mes no era apropiado. Pero sentía tantas cosas por la rubia, le encantaba tanto pasar tiempo con ella, y esta demás decir que la volvia loca al hacerle el amor. La rubia la hacia sentir de una manera de cuál nunca pensó sentirse.

-No hace falta que me hagas sentir mal.- dijo Freen sintiendo las palabras de la rubia llegar hondo en su conciencia.

Becky terminó de atarse su cabello en una despreocupada coleta y miro la expresión de arrepentimiento en la pelinegra. Y sin más se acercó a la cama para besarla en los labios.

-Lo siento no fue mi intención hacerte sentir mal.- dijo Becky y dejaba cortos besos en la boca de la otra mujer- Se que es difícil para ti, lo siento.

Freen asentía mientras sentía los labios de la rubia. Se volvía loca con las muestras de cariño de Becky, y la hacia olvidar por completo que ella era la hija de su mejor amigo.

-Tranquila.- le dijo Freen y se sentó en la cama dejando al aire sus pechos desnudos- Te quiero.- le dijo entre los labios de la otra mujer.

-También te quiero.- dijo Becky mientras sonreía y se alejaba un poco de Freen, porque si no lo hacia iba a tirarse otra vez entre los brazos de aquella mujer que la traía más que loca desde hace un mes.

-Te acompaño a la puerta.- dijo Freen levantándose y quedando frente a la rubia como dios la trajo al mundo.

-Dios Freen no hagas eso.- dijo tratando de controlarse y no tirarla sobre la cama a la pelinegra y hacer el amor una vez más.

-¿Porque?- pregunto Freen mientras con su mano derecha subía y bajaba por su abdomen- Hay algo que te moleste, porque yo estoy bien.- dijo encogiendose de hombros.

La rubia negó y mordió sus labios acercándose a Freen.

-Porque si sigues así,- dijo al frente de Freen, corrió la mano de la pelinegra y comenzó a hacer ella el mismo recorrido que hacia Freen. Con la diferencia que ella llegaba hasta el miembro de ella y lo rozaba con la puntas de sus dedos- no podré irme de aquí nunca.- dijo aparentando a Frensito mientras comenzaba a acariciarlo.

-Ahhh Bec.- dijo Freen sintiendo las caricias de la rubia.

-Pero debo irme. Así que, ¿Me acompañas a la puerta?- le dijo mientras salía de la habitación de Freen y bajaba a la sala.

La pelinegra bufó, odiaba que su cuerpo reaccionara tan rápido a las manos de Becky, y no sólo a sus manos. Rápidamente se vistió y bajo para despedir a la rubia.

-Pensé que estabas encargándote de algo.- se burló Becky de la pelinegra.

-No hace falta él sabe cuando sólo juegas, así que se tranquiliza.- le dijo Freen y Becky rodó los ojos.

-Bien, ehh...- decía Becky mientras ambas estaban frente a frente.

-Si...- dijo Freen indicándole a continuar.

-Ehh ¿Nos vemos mañana?- dijo Becky.

No quería irse y notaba que la pelinegra tampoco quería que se marchará.

-Ehh, si.- dijo lo mas obvio.

Sabía que mañana debían ir a la tienda y seguro se verían allí.

-Yo...- dijo Becky teniendo miedo de decir algo que la dejará en ridículo.

-¿Tú?- pregunto Freen.

-Nada, mejor me voy.- dijo Becky y se dio media vuelta para salir.

Pero una mano sobre su brazo la detuvo.

-Te extrañaré,- dijo Freen, porque de verdad lo haria- nos vemos mañana.- dijo besando los labios de Becky.

La rubia suspiro en medio del beso. Eran las mismas palabras que ella quería decir, pero no se atrevía.

-Adiós Freen.- dijo y salió dirigiéndose a tomar un taxi, ya que la noche anterior supuestamente saldría de fiestas con Mind y no quería llevar su auto.

Freen se quedó allí parada frente a la puerta viendo el camino por donde se había ido la rubia.

-De verdad te extrañaré.- dijo abrazándose a ella misma. Y giro para subir a su habitación.

-Yo también te extrañe.- dijo Becky como si estuvieran conectadas.

Becky subió al taxi y se dirigió a su casa. Ahora tendría que afrontar a su padre. Encendió su móvil el cuál lo había apagado para no ser interrumpida por nadie y poder disfrutar de Freen a cada minuto.

Becky tenía miedo de lo que venía sintiendo desde hace una semana. Los encuentros con Freen cada vez se hacían más confortables y amorosos. Y ella tenía miedo, sabía que estaba enamorada, pero tenía miedo de amarla porque sólo había una persona que lo impedía y era su padre. La confianza de su padre hacia ella y la confianza de su padre hacia Freen.

-La amo.- susurró cruzando sus brazos por encima de pecho y recostandose sobre la ventanilla- Ojala lo aceptes papá.