-Be... Becky... ¿Que haces?. Tu padre puede entrar en cualquier momento.- le dijo una asustada Freen al ver que la hija de su mejor amigo empezar a tocar su entrepierna.
-Quiero comprobar con mis propias manos, si lo que mi padre me contó borracho u...
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Mire el reloj sobre la mesita de noche al lado de mi cama.
Eran las 11:38 de la noche y no sabía que hacer. ¿Debía ir a donde Becky? O debía quedarme aquí en mi casa, en mi cama.
Charlotte me había llamado temprano para ver si nos veíamos hoy y le dije que no.
¿Porque? no lo sé.
-Ve Freen no pierdes nada.- decía una voz dentro de mi cabeza.
-No vayas no arruines tu amistad con Arthur.- decía otra voz diferente en mi cabeza.
-Ya basta.- le dije por culpa de las palabras en mi cabeza.
Suspiré y me acomodé de costado en mi cama para dormir. Trate de cerrar los ojos una vez más pero no podía.
Así que me levante, tomé mi chaqueta y salí par a subir a mi auto. Mientras manejaba no podía evitar pensar si estaba haciendo bien.
-¿Que haces Freen?- otra vez la voz en mi cabeza.
Moví mi cabeza para sacar esos pensamiento y seguí mi camino rumbo a la casa de Becky. Sabía que debía pasar por el jardín de Arthur para llegar al dúplex de Becky.
Me detuve en frente de la casa de Arthur. Y Becky tenía razón todo estaba a oscuras. Baje de mi auto y camine cual delincuente rodeando la casa de mi jefe y vi cruzando el jardín solo en la ventana de arriba la luz prendida.
-¿Dios que estoy haciendo?- me pregunte mientras mis pies se dirigían a la puerta del dúplex de Becky. Inserte la llave y tomé la manija para abrir la puerta. El silencio reinaba en aquella casa. Pase por una pequeña sala y vi que en la mesita frente al sofá había un papel escrito.
"Sube las escaleras la segunda puerta es mi habitación"
Deje el papel sobre la mesa otra vez y mire las escaleras. Me dispuse a seguir la instrucción de la nota.
Mentiría sino dijera que estaba nerviosa, mis manos temblaban y mi corazón daba miles de golpes por segundo.
Mire la segunda puerta que me había indicado el papel y llegue allí. Me paré delante de la puerta y cuando apoye mi mano para golpear está se abrió muy despacito.
Por un momento sentí miedo, pero todo miedo se me fue al oír la voz que provenía del otro lado. ¿Más bien eran como gemidos?
-Ahh si Freen así.- escuché que decían.
Entre tratando de no hacer nada de ruido. Al entrar casi caí de espalda al piso.
Sobre la cama con sus piernas abiertas, una mano en su pecho y la otra en su centro estaba Becky ¿masturbándose?
Me quedé parada cerca de la puerta sin emitir ningún ruido.
-Ohhh si Freen.- escuché que gimio Becky mientras aceleraba su movimiento en su centro.
