La Señorita Chankimha Freenbecky (Gip)

Capitulo 45

Maratón 3/3

Narrador

Ocho meses y dos semanas de embarazo

Freen caminaba por la tienda supervisando que todo estuviera bien, el día era soleado y las ofertas de primavera verano estaban ya en vidriera. Freen había venido a trabajar casi obligada por su novia, quien ya estaba casi a un paso a dar a luz a una hermosa niña.

Si era niña como Freen no había previsto aquella vez.

Freen sonreía mientras veía a mujer castaña con una bebita de dos meses prácticamente. Sonrió y lleno su pecho de felicidad al pensar que faltaba muy poco para que ella tenga a su pequeña niña en brazos también.

-¡Freen!- la llamo Arthur desde la puerta de su oficina.

La pelinegra miró en su dirección y tras hacerse lugar entre la gente llegó al lado de su suegro.

-Dime Arthur.- dijo Freen una vez frente a su suegro.

Arthur tenía el rostro con una ligera preocupación y Freen no espero para preguntar.

-¿Que sucede?- dijo viendo como su suegro esquivaba su mirada- ¡Arthur por favor!- rogó Freen al no obtener respuesta.

-Be...- intentó hablar su suegro.

-¿Que?- dijo Freen- ¡Becky, le pasó algo, dime que esta bien!- imploro la pelinegra.

-Pasa por favor.- dijo Arthur entrando en la oficina.

Arthur no sabía cómo decirle a su nuera que Becky había tenido un pequeño accidente y que ahora era llevada de urgencia hacia la clínica. Arthur también estaba más que nervioso y no sabía hasta que punto aguantaría, y correría a toda la gente del local y cerrar esas puerta y correr a la clínica a ver a su hija y su nieta.

-Por favor Arthur,- rogó Freen- dime.

-Becky, ella, Dios.- dijo Arthur tratando de servirse una copa de whisky y calmar sus nervios, pero el temblor de sus manos lo delató.

-¡¡Arthur!!- grito Freen- Que mierda sucede dímelo, te lo exijo.- y Arthur comenzó a llorar frente a Freen.

-Ella está siendo trasladada a la clínica.- dijo viendo como el rostro de Freen se ponía más que blanco- Ella venía bajando las escaleras y al parecer le erró a unos de los escalones y cayó.- decía como podía entre hipidos.

-¡¡Y que mierda hacemos aquí!!- grito Freen- Vamos a la clínica.

-Freen la tienda esta llena.- dijo Arthur.

-Me importa tres carajos, yo me voy.- dijo Freen empezando a caminar hacia la puerta.

-¡¡Freen!!- grito esta vez Arthur- Pídele a Ben que saque a la gente y nos vamos en un taxi no estamos en condiciones de manejar.- dijo Arthur empezando a tomar cosas de su oficina.

Freen asintió y en menos de diez minutos la tienda era cerrada por Arthur y los empleados habían sido liberados por el día completo. Ambos dejando sus buenas oraciones.

-Por Dios Arthur,- dijo Freen en un sollozo- si algo les pasa me muero. Por algo no quería venir hoy, ella me insistió.- dijo recordando está mañana.

-Tranquila Freen todo estará bien.- decía Arthur mientras expulsaba el humo de su cigarrillo sin importarle si al chófer del taxi le moesltaba.

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Y en menos de 20 minutos ambos entraban a la clínica como alma que lleva el diablo. Llegaron a la recepción y vieron a una jóven que no pasaba los 23 años, mientras masticaba un chicle de desagradable manera.