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Otra semana había pasado, no había tenído tiempo de llamar a Bomi ni Alisson, el día en la granja era muy ocupado y en la noche solo quería dormir. Llevaba un mes allí ya y para su fortuna todo iba bien, su tío y él se llevaban de maravilla, con Hyunjin también todo iba excelente, de vez en cuando se sonrojaba en su presencia, pero no por nada, más que todo cuando se rozaban de más o cuando hacía algo malditamente caliente, como cuando estaba cargando esas cajas y sus brazos se marcaban o cuando estaba martillando la pared sin camisa o cuando lo vió lleno de aceite ese día que se daño la camioneta de su tío, también cuando se dañó el calentador y él lo arreglo, también arreglo la cocina, cambio los bombillos y administraba las cuentas de la granja.

Dios Hyunjin de verdad podía hacerlo todo.

Ahora estaba terminando de recoger los huevos de las gallinas, poco a poco iba venciendo su miedo, más que todo gracias a Hyunjin que le enseñó que no daban tanto miedo como el creía, incluso cargó a Gloria, no fue por mucho porque se soltó, pero era un avance. Cuando estaba sacando los de la última ilera escuchó como tocaban y seguidamente Hyunjin entró con su caracteristica sonrisa de infarto.

—Hola, cosita.

Había dejado de llamarlo niño finalmente, en cambio lo cambió por ese apodo, de cierta manera le gustaba, por lo menos era mejor que niño gallina.

—Hola, hyung, ¿terminó con las ovejas?

—Si, fue bastante rápido.

Jeongin asintió volviendo a lo suyo. Hyunjin tragó grueso debido a los nervios, desde hacía días intentaba decirle al menor para salir, pero simplemente nunca se daba el momento, aún recuerda cuando intentó pedirselo la última vez, sin querer le pisó la cola a un zorrillo y tuvo que huir antes de que Jeongin lo oliera, fue horrible. Hizo un mueca colocando la boca en forma de pico  y luego empujando la lengua contra su mejilla, tenía que hacerlo ahora, era su oportunidad.

¡Ten pelotas y pregunta, Hwang!

—Oye cosita yo me preguntaba si...

—¿Si?—lo volteó a ver. Okay era más difícil cuando lo veía directamente a la cara, se podía notar su propia vergüenza y como golpeaba su muslo con el puño debido a la ansiedad y los nervios.

—S-si tú...no sé, ¿estás libre este sábado?

—¿Libre? ¿Para qué?

Hyunjin tragó grueso, no recordaba la última vez que estuvo tan nervioso, usualmente él no era así, tenía mucha confianza en sí mismo, pero por alguna razón cuando Jeongin estaba cerca está desaparecía casi por completo dejándolo indefenso, en realidad en parte le gustaba, las mariposas en su estómago se volvieron recurrentes y eran bastante adictivas, a pesar de todo Jeongin no era como los demás, ante él su lado más torpe y juguetón salía a la luz lo cual lo sorprendía hasta a él mismo.

—Quería saber si te gustaría ir a la feria...conmigo.

De inmediato Jeongin le sonrió de forma cálida.

—Claro, hyung, no hay problema.

—¿De verdad?—preguntó casi sin poder creérselo, de la nada los nervios se fueron y en cambio sintió una enorme felicidad junto con un revoloteo en su pecho.

—Claro, será divertido—se volteó de regreso a lo que hacía. Hyunjin levantó los brazos estando a punto de gritar de la emoción, pero se contuvo, suerte que Jeongin no lo estaba viendo.

—Genial, te paso buscando a la tres—intentó sonar cool y relajado, pero más bien sonó como un cachorro emocionado por qué su dueño lo sacara a pasear y es que no era para menos, estaba muy, muy feliz.

El verano en el que me enamoré ➺ HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora