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Habían pasado tres días desde que Jeongin y Hyunjin se besaron, no sabría decir si era bueno o malo, lo único que sabía es que ahora entre ambos había una leve tensión, sin embargo no se habían vuelto a besar y Jeongin lo prefería así, nunca había sido del tipo de besar en la primera cita, pero ese besó practicamente se lo robaron, luego él pidió otro sí, pero es que de verdad había sido tan maravilloso, fueron muy diferentes a los besos que él había dado antes, estos si le gustaron.

Ambos habían vuelto al trabajo como todas las semanas, solo que esta vez Hyunjin si lo rozaba a proposito, a veces ágilmente acariciaba su mejilla o rozaba sus manos, la verdad es que no le molestaba, le gustaba el contacto fisíco entre ellos, tanto así que tenía ganas de imitarlo, pero prefirió mejor no hacerlo, no quería que terminasen en algo más serio, no es que besarlo sea malo, solo que no quería estar haciendo esas cosas mientras no tuviesen un título.

Ahora estaba viendo la tele mientras Hyunjin cocinaba, ambos estaban en su descanso y para su suerte su tío les dijo que podían tomarse diez minutos extra en lo que él hablaba con uno de sus socios.

—Cosita, la comida esta lista—exclamó desde la cocina. Jeongin se levantó de un salto y corrió hasta la mesa, Hyunjin le sirvió su famoso Ttekbokki que tanto le gustaba, ya lo había probado y se había convertido en uno de sus favoritos, lo cual era difícil pues todo lo que su hyung cocinaba era delicioso. Comenzó a comer una vez que Hyunjin dió el primer bocado y como siempre estaba muy rico, amaba que su hyung fuese tan bueno en la cocina, a él y a su barriga le encantaba.

—¿Te gustaría que te ayudase con las vacas?

Jeongin negó tomando un nuevo bocado de su comida.

—Yo puedo hacerlo.

Hyunjin asintió inflando sus mejillas.

—¿Podría ayudarte con las gallinas entonces?

—Ya no les tengo miedo, estaré bien.

No pudo evitar morderse su labio ante el rechazo del menor. Quería pasar tiempo con él, quería ayudarlo a hacer algo, cualquier cosa, simplemente quería tener una excusa para pasar un poco más de tiempo con él.

—Entiendo...—su voz no sonó tan alegre como de costumbre, llamando así la atención del menor.

—¿Podría...?

—¿Sí? ¿Necesitas ayuda con el alpiste? Puedo cargar la leche si quieres—contentó rápidamente interrumpiendo al menor.

—Pasarme la servilleta...

Hyunjin volteó a ver el montón de servilletas junto a él las cuales Jeongin estaba apuntando.

—Oh...—con algo de desilución en su mirada se las pasó.

Jeongin había notado que últimamente Hyunjin insistía mucho en quererlo ayudar, no sabía realmente el por qué, no quería pensar que el mayor creía que no podía hacerlo, su intuición le decía que había algo más.

Se limpió la boca con la servilleta y metió otro trozo de comida a su boca. No le gustaba verlo de esa manera, sentía que era por su culpa, quizás solo quiere facilitarle las cosas, él podía solo claro, pero prefería dejarse ayudar a ver la cara de desilusión de su hyung.

—Bueno...la verdad aún me ponen un poco nervioso las gallinas, podría acompañarme para sentirme más seguro.

Ante aquello Hyunjin sonrió enormemente de una manera que Jeongin identifico como muy sincera, era muy agradable verlo feliz, Hyunjin siempre traía buen humor encima, eso también le gustaba.

—Claro, yo te acompaño.

Terminaron de comer y esta vez fue Jeongin quien recogió los platos para llevarlos al fregadero y poder lavarlos, antes no le importaba, pero ya se le hacía mal de parte suya que Hyunjin cocinase y limpiase siempre, es más, eso había sido muy grosero de su parte.

El verano en el que me enamoré ➺ HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora