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Cuando entraron a la casa su tío aún no estaba ahí, ambos se quitaron los zapatos y se fueron cada uno a su lugar de siempre, Hyunjin a la cocina y Jeongin a la sala a ver la tele. No piensen mal, a Hyunjin le encantaba cocinar, lo entretenía y amaba comer el resultado, también amaba el hecho de que a Jeongin le gustase su comida, le encantaba verlo comer feliz, si la vida se lo permitiera le cocinaría todos los días hasta el día de su muerte, esa era su meta en la vida.

Mientras sacaba las verduras pensaba en lo que había pasado hace unos minutos, sentía que quizás estaba sobre reaccionando a la situación. Kim era un idiota, pero sabía que a veces podía ser amable, sin embargo no era tonto, sabía que ese chiquillo le había puesto el ojo a su cosita y eso lograba molestarlo, mucho realmente. Jeongin no hizo nada malo, solamente fue amable, pero aún así le molestaba verlos juntos.

¡Ahg! ¡Que frustrante!

No podía decirle nada, ni siquiera reclamarle, no hicieron nada indebido y ellos aún no eran nada, pero demonios era un celoso, en especial con Jeongin, él era diferente a sus exs, su cosita no era como nadie más, los chicos y chicas que conoció a lo largo de su vida no le llegaban ni a los tobillos.

Voy a patearle el culo a Kim por metiche.

Jeongin en la sala podía escuchar como Hyunjin picaba las verduras más fuerte de lo normal, estaba molesto eso era obvio. Pensó uno momento por qué podría ser, pero no sabía, no encontraba respuesta.

No, esto no se va a quedar así.

Se levantó y caminó hasta la cocina, Hyunjin estaba comenzando a apagar todo, parecía que ya había terminado.

—Hyung...—llamó.

Hyunjin lo miró por sobre su hombro y después volvió a vista a la comida.

—Ya está listo, siéntate, yo te lo llevo.

Jeongin podía intuir que estaba molesto con él, pero aún así Hyunjin lo cuidaba y se preocupaba, era tan lindo como ni siquiera molesto es capaz de ser rudo con él. Le encantaba.

—¿Por qué está molesto?

Hyunjin no le respondió al instante, aún no lo veía a los ojos pues estaba ocupado sirviendo la comida.

—No lo estoy.

Jeongin sabía que mentía, su tono de voz tenso se lo decía.

—Por favor dígame, ¿hice algo que lo molesto?

Y ahí Hyunjin dio media vuelta para encararlo, Jeongin lo miraba serio, no lucia molesto, pero se notaba que iba a hacerlo hablar cueste lo que le cueste.

—No, cosita. Tú nunca haces nada que me moleste.

—¿Entonces?

Hyunjin mordió levemente su labio inferior, ¿debía decirle? ¿Y si lo comienza a ver cómo un celoso tóxico? No quería eso, pero aún así...

—Es por culpa de Kim—dijo a secas.

—¿Él le hizo algo?

Hyunjin asintió.

—¿Qué le hizo?—preguntó con inocencia.

El mayor comenzó a enderezarse para quedar frente a frente, Jeongin se puso levemente nervioso debido a la notable diferencia de altura que había entre ambos, Hyunjin fácilmente le sacaba casi una cabeza.

—Está intentado quitarme algo.

—¿Q-que cosa?—su tono de voz salió inestable. Hyunjin pensó en si lo que estaba a punto de hacer era correcto, pero no lograba resistirlo más tiempo, no podía, llevaba días apenas rozándolo, quería tocarlo.

El verano en el que me enamoré ➺ HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora