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Calbalgó lo más rápido que Geom podía, iba directo al molino, apenas Jake le dijo que lo dejaron atrapado en el motor supo que estaba en mucho peligro, si ese molino se llegase a encender Jeongin podría ser aplastado por las aspas o podría quedar atrapado con alguna cadena del motor y...

No, no, cálmate.

Debía pensar positivo, el motor aún no estaba arreglado, no había forma de que esa cosa funcionase aún, ¿cierto?

A lo lejos pudo comenzar a ver el molino y...

—¡No!—tiró las riendas para que Geom fuese más rápido.

El puto molino estaba encendido.

Apenas llegó bajó de un salto, ni siquiera se molesto en asegurar a Geom. Entró al molino y efectivamente estaba encendido, buscó la palanca para apagarlo, pero había un problema, el molino no se apagaba.

—¡Jeongin!—exclamó.

—¡Hyung! ¡Hyung!—los gritos eran de desesperación.

Rápidamente subió hasta las aspas y allí estaba él, estaba colgando de la barandilla de una plataforma y justo debajo de él estaba el motor funcionando, si por casualidad caía ahí iba a morir aplastado por la maquina.

—¡Hyung, por favor! ¡Ya no aguanto!—estaba sollozando de la desesperación, no podía sujetarse por mucho más tiempo.

Hyunjin inmediatamente subió, la barandilla estaba muy lejos y no había forma de llegar a ella si no era desde el techo. Si saltaba luego no tendrían forma de salir de ahí amenos que alguien les diera una escalera.

¿Que hago? ¡Piensa, Hwang, piensa!

Como si fuera obra de Dios vio una tabla larga no muy lejos de él, inmediatamente pensó en usarla para poder llegar a Jeongin y salir después.

—¡Hyung, se lo suplico! ¡Ya no puedo!

Agarró la tabla y la colocó entre el nivel en el que estaba y el nivel del cual Jeongin estaba guindando, pasó lo más rápido que su equilibrio le permitio, si se resbalaba caería el también en el motor y ambos morirían de una manera muy trágica y dolorosa.

Jeongin no sabía cuanto tiempo llevaba guindado, problablemente diez minutos, quizo salir dando saltos hasta llegar a la salida del techo, pero accidentalmente resbaló y quedó suspendido sobre el engranaje del motor.

No aguantaba más, sus brazos pedían piedad pues ya se cansaron de soportar todo el peso de su cuerpo por tanto tiempo, no fue si no hasta que sus dedos comenzaron a ceder que comenzó a gritar nuevamente.

Un dedo menos.

Comenzaba a resbalarse debido al sudor.

Tres dedos menos.

Se soltó de una mano, intentó volver a ponerla, pero si se le ocurria si quiera moverse iba a terminar por caer.

Un dedo menos.

—¡POR FAVOR AYUDA!

No quería morir, no así, no ahora, ¿que hizo tan mal que terminó en esta situación? ¿Acaso Taejoon de verdad quiso matarlo de esta manera? ¿Solo por un golpe?

Estaba muy asustado, como nunca en su vida, estaba a solo unos pocos dedos de perder la vida.

Cuatro dedos menos.

Jeongin cayó directo al motor.

Gritó como nunca en su vida, sus manos no aguantaron más y terminó por caer, cerrando los ojos aceptó su destino mientras se lamentaba a sus adentros.

El verano en el que me enamoré ➺ HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora