Capítulo 6: Un café virtual.

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La mayor parte del día la había pasado luchando con la operadora de la compañía de luces

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La mayor parte del día la había pasado luchando con la operadora de la compañía de luces. Tenía un gran encargo que hacer, así que necesitaba hablar específicamente con un encargado. Esta vez no podía haber margen de error; en realidad, para Génesis, nunca podía haber margen de error.

Aunque no había logrado su cometido, había conseguido una cita presencial para el día siguiente, para comentar personalmente la importancia del pedido. A pesar de que no fuera algo extraordinario, la iluminación del evento era fundamental para la ambientación, y como siempre, exageraba un poco para que las compañías se tomaran en serio el evento.

También había hablado con Tina por la mañana, y habían acordado hacer una videollamada por la tarde para ponerla al día, ya que Génesis casi nunca podía llamarla y hablar tendidamente. Pero ese era el último mes para planificar todo y, por ende, el más pesado. Sentía que la fecha le respiraba en la nuca y que la lista de preparativos era infinita.

Después de tomar una relajante ducha, pidió servicio a la habitación: un café y tortitas de chocolate. Cuando llegó, tomó la bandeja, su computadora y se sentó en la cama para llamar a su mejor amiga y merendar juntas a la distancia.

—¡¿Acaso acaba de llamarme la mujer más ocupada de toda Florida?! —exclamó su mejor amiga al conectarse la videollamada. Como siempre, Tina pintaba una sonrisa perfecta y resplandeciente en su rostro.

Génesis colocó sus manos enmarcando su rostro y poniendo su mejor cara de angelito en respuesta a su mejor amiga.

—¡Oye, tengo algo que mostrarte! —comentó antes de que pudiera decir nada, y se arremangó la manga de su blusa, enseñando un nuevo tatuaje en su brazo.

—¿Uno más? A este ritmo llegarás a los 30 sin un trozo de piel sin tinta —respondió observando el dibujo en su piel.

—¿Puedes ver qué es? —indagó acercando más el brazo a la cámara.

El wifi del hotel funcionaba increíblemente mal, así que no lograba divisar el tatuaje con claridad.

—Espera, te enviaré una foto —Tina tecleó algo en su teléfono y unos segundos después llegó una notificación al celular de Génesis.

Era un tatuaje de dos peces.

—¡Qué bonito! —exclamó Génesis—. ¿Qué significa?

—Son peces koi, representan demasiadas cosas, pero en la cultura japonesa en específico, el amor y la amistad. ¡Eres mi pez koi, Gen!

Las palabras de su amiga se le clavaron en el fondo de su corazón y mientras se reía por la expresión de ser un pez, las lágrimas le escocían los ojos.

—Si estás llorando porque quedó increíblemente horrible, no quiero saberlo —agregó Tina, desde el otro lado de la pantalla.

—¡Eres tan increíble! —dijo Génesis mientras secaba las lágrimas de sus mejillas—, ojalá algún día el mundo se llene de personas como tú.

Un caos acogedor || ONC 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora