Día de la boda.
—¡Está hiperventilando! —exclamó Jade, la dama de honor, indicando que su mejor amiga estaba lo suficientemente nerviosa como para olvidar respirar.
—Melissa, mírame, mantén la calma. Zack no tarda en llegar —avisó Génesis, tratando de calmarla.
Dentro de la suite nupcial, el ambiente estaba cargado de emoción y anticipación. Las damas de honor se movían de un lado a otro, ocupadas con los últimos detalles antes de que la ceremonia comenzara.
Melissa, la novia, se veía simplemente deslumbrante en su vestido de Pronovias diseñado por la renombrada modista Pnina Tornai. El vestido fluía elegantemente alrededor de ella, realzando su figura y añadiendo un toque de sofisticación. Sus rizos dorados estaban cuidadosamente peinados en un suelto y romántico recogido, adornado con delicadas flores blancas que complementaban su aura de novia radiante. Su maquillaje, impecablemente aplicado, resaltaba sus rasgos naturales y le daba un brillo especial a sus ojos azules llenos de emoción.
Jade, Danna, Ava, Scarlett y Harper, las damas de honor, rodeaban a Melissa, ofreciéndole palabras de aliento y ayuda mientras se preparaba para el gran momento. Cada una de ellas lucía hermosa en sus vestidos a juego, diseñados en tonos suaves que realzaban la belleza de la novia. Sus peinados y maquillajes estaban coordinados, creando una armonía visual que complementaba la elegancia de la ocasión.
Mientras las damas de honor se encargaban de tranquilizar a su amiga, Génesis se encaminó a la suite de los padrinos, preocupada por la ausencia del novio.
—Chicos, ¿han sabido algo de Zack? —preguntó Génesis con voz temblorosa, tratando de disimular su creciente ansiedad.
Marcus y el resto de hombres intercambiaron miradas nerviosas entre ellos, sintiendo la tensión que se había apoderado del ambiente.
—No hemos recibido noticias de él, Génesis —respondió Marcus, frunciendo el ceño—. ¿Todavía no ha llegado?
Génesis negó con la cabeza, sintiendo un nudo en el estómago que amenazaba con paralizarla.
—Estamos a pocos minutos de comenzar la ceremonia y él todavía no está aquí —dijo Génesis, luchando por mantener la compostura—. Esto no puede estar pasando.
—Eric tampoco está —agregó Marcus.
Génesis sintió un escalofrío recorrer su espalda al enterarse de que Eric tampoco había llegado. La tensión en el ambiente se palpaba y el miedo a que algo saliera mal aumentaba con cada segundo que pasaba. Sabía que la presencia de ambos era crucial para evitar cualquier posible conflicto.
Decidida a encontrarlos antes de que fuera demasiado tarde, Génesis los buscó frenéticamente por todo el salón, marcando sus teléfonos repetidas veces sin obtener respuesta alguna.
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Un caos acogedor || ONC 2024
RomanceGénesis está en pleno auge de su carrera como organizadora de eventos. De hecho, ha recibido una excelente propuesta laboral; deberá organizar nada más y nada menos que la gran boda de su exnovio. Pero ese será el menor de sus problemas cuando se e...