Capítulo 7: Luces de la ciudad.

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Sentada en el asiento de copiloto podía sentir la brisa helándole la cara y alborotándole la melena, era la primera vez que no se sentía preocupada por aquello

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Sentada en el asiento de copiloto podía sentir la brisa helándole la cara y alborotándole la melena, era la primera vez que no se sentía preocupada por aquello.

En la radio se reproducía la canción "Could You Be Love" de Bob Marley & The Wailers y al mirar de reojo se encontró con Eric quien cantaba por lo bajo entre cada calada que le daba a su cigarrillo.

Aunque en un principio supuso que el silencio entre ellos sería incómodo, el ambiente llenaba por completo los lugares vacíos, y si bien habían preguntas que hacer o cosas inconclusas, durante aquel momento no existía nada más que él, ella, la música, la brisa, y las luces de Florida.

Génesis se sentía más relajada en compañía de Eric, y pronto la tensión empezó a disiparse.

—¿Hacia donde vamos? —preguntó.

—¿Qué sugieres? —inquirió, él.

Génesis elevó sus hombros en señal de despreocupación y que no tenía planeado ningún lugar en específico.

—Vamos a buscar un lugar para cenar primero, estoy hambriento.

Ella se rió ante su comentario, y no le pareció para nada extraño que él tuviera hambre, casi siempre la tenía.

—¿Qué te parece ese lugar? —preguntó Eric, señalando un elegante restaurante.

Génesis negó con la cabeza.

—Demasiado formal para mí. Además, mírame, no me dejarían pasar con estas pintas —confesó, sonrojándose ligeramente.

Aunque a Eric le parecía que estaba perfecta, asintió comprensivo y la llevó hacia una dirección diferente. Condujeron en silencio por un rato, disfrutando de la brisa fresca y las luces parpadeantes de la ciudad.

Génesis y Eric ascendieron hacia un mirador, dejando atrás el bullicio de la ciudad. A medida que se acercaban a la cima, el resplandor de las luces urbanas se intensificaba, convirtiendo el paisaje en un mar de destellos brillantes.

Al llegar al mirador, Génesis se detuvo en seco, impresionada por la vista ante ella. El resplandor de la ciudad se extendía hasta donde alcanzaba la vista, formando un espectáculo deslumbrante bajo el cielo estrellado.

—Es increíble —susurró Génesis, con los ojos brillando de emoción.

Eric asintió con una sonrisa y se acercó al borde del mirador junto a ella.

—Pensé que te gustaría. Además, aquí no hay reglas de vestimenta —bromeó.

Génesis rió y se acercó aún más al borde, sintiendo la emoción palpitar en su pecho. Eric la siguió y le tendió una mano para que no se cayera.

—¿Qué te parece si nos olvidamos de la cena formal y compramos comida basura? —propuso, señalando un puesto de comida callejera al pie del mirador.

Un caos acogedor || ONC 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora