Tres días para la boda.
Durante la última semana, Génesis había estado con el corazón en la boca, corriendo de un lado a otro para asegurarse de no pasar por alto ningún detalle. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la lista de tareas pendientes parecía interminable.
La noche anterior apenas había podido conciliar el sueño. Después de cenar con Eric, se retiró al hotel, pero una vez allí, no pudo apartarse del celular mientras conversaba con él, sintiéndose casi como una adolescente. Además, se vio obligada a repasar una vez más los pendientes de la boda.
Génesis solía hablar demasiado cuando se estresaba, así que al otro lado de la línea, Eric le hacía muy buena compañía mientras la escuchaba con su crisis.
Después de unas horas en la llamada, Génesis comenzó a escuchar ronquidos, que provenían de Eric, lo que la preocupó lo suficiente como para revisar la hora en su computadora. Fue entonces cuando se dio cuenta de que ya eran las 4 a.m. Finalmente logró conciliar el sueño durante tres horas, pero la alarma de su móvil la despertó temprano.
Por la mañana, llevó su vestido a la lavandería, realizó el último pago de los arreglos florales y se aseguró de que todo estuviera en orden en el restaurante encargado del catering. También se ocupó de verificar que los proveedores hubieran suministrado la cantidad adecuada de bebidas para la fiesta.
Para cualquiera, las horas del día de Génesis serían infinitas, pero para ella no eran suficientes.
Así que un rato después, llegó a Bonita Beach para repasar los ensayos de la ceremonia.
—¿Donde está Danna? —preguntó Eric buscando a su pareja para la entrada.
—Creo que aún no llega —contestó su amiga, Alice.
—¡¿Como que aún no llega?! —exclamó Génesis que escuchaba la conversación mientras acompañaba a los sonidinistas a su lugar—. Déjenlos por ahí —les dijo indicando algo sobre parlantes.
—Ya le marqué varias veces, pero ni ella ni Ava contestan.
Génesis se pellizcó el puente de la nariz, recobrando la paciencia.
—No importa. Acomódense con quien puedan, ya saben la formación y que pareja le corresponde a cada uno —resolvió.
Eric, Alice, Jade, y el resto de los padrinos y damas de honor se encaminaron al final del pasillo para esperar la señal del momento de la entrada.
Cada uno se colocó junto a una pareja al azar, al faltar dos personas, no podían colocarse cada uno con su respectiva, pero tocaba improvisar.
Génesis dió la orden a los sonidinistas y comenzó a sonar el instrumental de "If the world was ending", luego caminaron lentamente por el pasillo hacia el altar.
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Un caos acogedor || ONC 2024
RomansaGénesis está en pleno auge de su carrera como organizadora de eventos. De hecho, ha recibido una excelente propuesta laboral; deberá organizar nada más y nada menos que la gran boda de su exnovio. Pero ese será el menor de sus problemas cuando se e...