Capitulo 16

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—Con Kagome—

Como lo suponía mi padre estaba teniendo una pelea interna con todas las almas que había consumido a lo largo de su vida. Sin pensarlo demasiado deje a los chicos con claras instrucciones de no seguirme y baje a donde se hallaba mi padre.

Kagome: (pateando a un muerto que atacaba a mi padre por la espalda) Hola padre, veo que te diviertes.

Dracula: Hola hija, por lo visto me perdí a mi mismo y ahora no sé qué debería hacer.

Kagome: (cubriendo le la espalda) Bueno, primero deberíamos acabar con esto y después regresar con Viky, guisar tomarte unas vacaciones y quedarte con mi madre y el abuelo un tiempo, una vida tranquila te sentaría bien por un rato, Sir Integra y Viky también deberían venir, eso puede que te ayude.

Dracula: Tienes razón, una vida hogareña no suena tan mal, aunque sea por corto tiempo. Ya estoy cansado de pelear.

Kagome: (mandando a volar a tres sujetos) Esta bien ser un hombre de guerra, pero incluso tú necesitas un poco de paz y tranquilidad.

Dracula: (Sonriendo ligeramente y susurrando) Es bueno tenerte.

Escuchar su suave susurro me provocó una sonrisa que seguramente nadie me la quitaría, así que sin perder más el tiempo libere a mis acompañantes, los seres de los que me había alimentado a lo largo de mi vida, mi propio ejército personal como el de mi padre, pero con la única diferencia que yo no había tomado tantas vidas como él lo había hecho, siendo preciso más que ejército se le podría llamar cuadrilla pues solo eran 11 seres sin contarme.

Este equipo estaba conformado por el hombre lobo llamado Hans Günsche, el ex-mayordomo de la casa Hellsing llamado Walter C. Dornez, el ave Shang Yang a la que más tarde llame Fei Yang, una Nelida que conocí en Irlanda llamada Dasha Konost, un Mago Negro llamado Peter Niers, un Wendigo de nombre Christman Genipperteinga, una Tlanchana de nombre Atzi, un Nahual llamado Axayácatl, una Sirena a la cual llamé Aketzali y dos Cadejos; uno negro llamado Yoali y uno blanco de nombre Ilhuitl. Ninguno de ellos se podría decir que era o fueron humanos, de hecho, mi padre siempre decía que mis papilas gustativas eran extrañas pues en vez de que me gustara la sangre de humanos siempre me gusto más la sangre de seres inusuales como lo eran cada uno de mis acompañantes.

Kagome: Eliminar.

Con solo esa palabra todos se lanzaron a eliminar al ejército de mi padre, cualquiera de mis acompañantes fácilmente podía eliminar a 100 almas de las de mi padre, por ello mi padre y yo nos quedamos en el lugar donde estábamos.

Kagome: Dejando esto a un lado, tengo una duda.

Dracula: Claro, dime.

Kagome: Kagome: ¿Me podría explicar por qué se alimentó de una comida de dudosa procedencia?, pensé que después del perro usted tendría más cuidado al inquirir algo.

Dracula: Haa, bueno no estaba prestando atención cuando lo hice.

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⏰ Última actualización: Apr 16 ⏰

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