Capitulo 13

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—Con Naraku—

Me encontraba hablando con Kagome sobre el hechizo para liberarnos cuando un demonio nos ataco, Kagome empezó a pelear contra este pero por proteger a unos niños termino herida, sin embargo cuando volteo hacia el demonio su semblante era mas frio, después de darle a Adrián una orden (la cual no dejaba a reclamos) a una gran rapidez y aplicando mucha fuerza de una patada mando al demonio a volar varios metros dentro del bosque. Al ver tal poder mi curiosidad se activo pues corrí en la dirección en la que se fue el demonio y por lo que note no fui el único ya que Sesshomaru me seguía sin chistar. La zona en la que estábamos era un poco oscura por los arboles pero aun así la luz de la luna entraba, a unos instantes de llegar y mientras veíamos que el demonio se paraba un escalofrío recorrió mi columna, de reojo vi a Sesshomaru y note que el también se había tensado, escuchamos hablar a Kagome.

Kagome: (caminando lentamente) No debiste de meterte con los niños.

Kagome: (caminando lentamente) No debiste de meterte con los niños

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Al momento de dirigir nuestras miradas hacia la voz vimos un ojo color rojo sangriento brillando entre la oscuridad que se acercaba lentamente para después apenas delinear su figura entre la profunda oscuridad y de ver que centenares de ojos comen...

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Al momento de dirigir nuestras miradas hacia la voz vimos un ojo color rojo sangriento brillando entre la oscuridad que se acercaba lentamente para después apenas delinear su figura entre la profunda oscuridad y de ver que centenares de ojos comenzaban a abrirse y esparcirse como si fuera un rio de sangre y ojos humanos. Ella siempre olía a tierra húmeda y flores, era un aroma relajante que te recuerda a lluvia de primavera, pero ahora olía a sangre con tierra húmeda, una extraña combinación que si no estuviera tan cerca como lo estoy no lo notaria pues el olor a sangre era mas fuerte. En cuestión de segundos cadenas de sangre tenían atado al demonio y justo en ese momento fue cuando su infierno comenzó. Por horas Sesshomaru y yo contemplamos como Kagome torturo una y otra vez al demonio sin compasión, decir que la piel no se me erizo de solo ver lo que hacia y los gritos desgarradores que daba el demonio seria mentira, por primera vez en mi vida no solo no sentí compasión por alguien; si no que también sentí terror al imaginar que ese demonio podría ser yo, al ver de reojo a Sesshomaru supe que hasta él se sentía perturbado por presenciar eso. A minutos de que el sol comenzara a salir Kagome creo al rededor de ella y de el demonio; un domo de energía que se fue volviendo cada vez mas negro hasta el punto en que no pudimos ver lo que hacían ellos adentro, de hay lo único que se escucho por unos minutos fue un silencio sepulcral para después un grito desgarrador del demonio y luego mas silencio. Ya había amanecido y el domo se empezó a disipar, en la tierra había sangre y carne en trozos esparcidos, dirigí mi mirada a Kagome quien estaba de espaldas a nosotros y cuando volteo su ropa, cuello y boca estaban manchadas de sangre.

SANGRE INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora