Capítulo 29

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Dedicado a: @mariferrodriguezcalvo


"Un pequeño o una pequeña... ¿podre algún día ser madre, o también esa posibilidad me arrebataron?"

−Si mal no recuerdo, debe de haber una prueba por aquí. −dijo mientras comenzó a abrir las puertas del gabinete de los lavamanos.

Al hacerlo se encontró con dos bolsas llenas de artículos para maquillarse y productos de belleza de las mejores marcas del mercado y por supuesto también las más costosas. Al sacar todo lo que tenía en las bolsas, termino colocando en el piso nueve labiales de los cuales cinco eran casi del mismo color y los otros de colores diferentes. Cuatro bases de maquillaje de diferentes tonos, cinco  correctores, varios bronces, iluminadores y contornos, junto con varias paletas de sombras; y suficientes brochas para no necesitar comprar por varios años, además de dos cremas para el día, la noche y el contorno de ojos.

Al ver la exageración de productos que tenía ordenados por categoría en el piso, no pudo evitar sentirse mal por todo el dinero que solía gastar antes en cosas que ahora parecían banas. Sobre todo, cuando había tanta gente necesitada y padres sin poder costear los gastos médicos o tratamientos de sus hijos. Hablando de hijos, al final en una de las bolsas estaba la prueba de embarazo que necesitaba, reviso la fecha de vencimiento y vio que estaba claudicada.  

"¿Qué tanto podría afectar el resultado?"

"¿Qué mal podría hacerle si la hacía? Ninguno, únicamente iba a poner unas gotas de orina en uno de los extremos de la prueba."

Rachel sabía que era absurdo hacerse la prueba porque simplemente no podía estar embarazada, pero tampoco podía seguir ignorando todos los síntomas que estaba presentando, y la vocecita que le decía que podía estar embarazada por los cambios en su cuerpo. Más que nada, necesitaba sacarse esa espinita para reducir un poco el estrés que la incertidumbre le estaba provocando. Decidió esperar a hacerse la prueba por la mañana para que fuera más efectiva, mientras tanto volvió a poner todos los artículos de belleza en las bolsas para ponerlos en el cesto de basura. Era una lástima tirar todo eso, pero dudaba que algo algún sirviera debido a que la  mayoría de los productos eran buenos de seis meses a un año.

Justo en ese momento alguien llamo a la puerta y ella escondió la prueba en el fondo de  uno de sus cajones, antes de ver quien era. Los detectives necesitaban hablar con ella para informarle que habían dado con quienes crearon las cuentas en redes sociales, y estaban rastreando la cuenta de la que había salido el pago.

"¿Cuánto tiempo para que esas personas vuelvan a intentar terminar conmigo?" −se preguntó Rachel.

−Me imagino que quien sea que este detrás de todo esto, sabrá que estamos cerca.

−Así es, tienes que estas muy alerta y evitar salir a caminar a la playa. Alla afuera puedes ser un blanco perfecto.

−Voy a tener cuidado. Gracias a Dios pasado mañana podre irme de aquí e intentar olvidar estos días.

−Sobre eso, creemos que será mejor que pospongas tu regreso y que tengas seguridad las veinticuatro horas hasta que él o los responsables estén detrás de la rejas de una prisión.

−¿Cuándo será eso?

−Creemos que intentaran hacerte algo, antes de irte, por lo cual nos estaremos rotando para vigilarte todo el tiempo. Además, instalamos cámaras y sensores en las puertas y ventanas de tu habitación, los tres recibiremos notificaciones cada vez que alguien entre o salga y tendremos acceso a las cámaras. También queremos que tengas contigo en todo momento este aerosol de pimienta y esta pistola paralizante, especialmente cuando estes sola. −informo Ariana.

Por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora