Dedicado a: BellyLioMath
Rachel pensó que iba a ser más difícil despedirse de William si la acompañaba a la puerta de su apartamento, por suerte no fue así. Al parecer él tampoco quería irse, ni que terminara ese fin de semana.
−William... me da mucha pena, pero tengo que entrar. ¿Gustas pasar? −pregunto indecisa al ver que los minutos pasaban y que él no hacia el intento por irse o despedirse. Ya llevaban parados frente a la puerta más de cinco minutos, y había escuchado el teléfono timbrar; además de que una de sus vecinas había ido dos veces a preguntarle cosas sin importancia. La primera para que le presentara a William y la segunda para coquetearle descaradamente.
−¿Si no tienes ningún inconveniente o alguna otra cosa que hacer? —preguntó él, con una sonrisa maliciosa y de lado.
−Cosas que hacer si tengo, algunas necesito hacerlas sola; y las otras tu punto de vista y tu conocimiento me serian de mucha utilidad.
− ¿Me vas a utilizar?
−Eso sonó muy feo. −menciono ella, mientras sacaba la llaves de su bolso para abrir la puerta.
−Digamos que sólo me voy a aprovechar de tu conocimiento. −dijo al momento que le dio el pase, pero él le hizo la seña para que ella entrara primero.
−Según yo, utilizar y aprovechar son lo mismo.
−Técnicamente sí, pero suena menos grotesco la palabra aprovechar.
−Desde ahorita que digo que no te va a salir gratis.
−Ponle precio a tu colaboración, y yo te digo si puedo o no pagarlo.
−Mis honorarios son bastante altos. −dijo coquetamente mientras la acercaba a él.
−Soy todo oídos, pero dame un par de minutos; necesito ir al baño. −comento con un gesto que le pareció adorable a él.
−Por favor, siente como en tu casa; lo que gustes tomar o si quieres ver la tele.
− ¿Tanto piensas tardar?
−No, solo necesito un minuto. −grito ella, al estar cerca de la puerta de su recamara.
−59,58,57,56,55...−Empezó a contar él en voz alta, sorprendiéndose de las cosas que hacía cuando estaba con ella.
−13,12,11,10. −El conteo fue interrumpido cuando ella se dirigió a la cocina, al ver que él no había tomado nada y que estaba observando las fotografías que ella y Lore tenían.
− ¿Gustas agua, o soda, vino o licor?
−Lo que tú vayas a tomar esta bien.
−Entonces, agua. −dijo ella, ofreciéndole un vaso con hielo y agua.
−Ahora sí, ¿en qué estábamos?
−En que, por primera vez me siento utilizado por una mujer. ¿Es por eso, que me buscaste?−pregunto juguetón fingiendo enfado.
−Siempre hay una primera vez para todo. −respondió ella con dramatismo siguiéndole el juego.
−Te recuerdo que yo no te busque, tú fuiste él que dio el primer paso y él que hizo la primera invitación y planeo la primer cita. – dijo ella entre risas mientras él comenzaba a besar su cuello.
−Tienes razón, sólo por eso, te voy a dar precio de familiares y amigos.
−Me parece, bien. −menciono ella, mirándolo a los ojos y perdiéndose en su mirada.
"Pagaría el precio que fuera, por saber qué piensas de mí o que quieres de mi". −Pensó ella.
− ¿Qué me has hecho? −pregunto él, mientras acariciaba su mejilla y después delineaba sus labios.
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Por Siempre
عاطفيةDesde el día en que el apuesto y exitoso William Ferreira conoció a Rachel Andrade, quedó fascinado con ella; quería tenerla en su cama. El problema era que ella era difícil de impresionar y no era de las que pasan la noche con un descocido. Rachel...