Capítulo 8

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"Me encanta cuando nos miramos y sonríes... solo para mí."

Estuve toda la tarde leyendo la novela de fantasía que había tomado de la biblioteca, sumergiendome en un mundo ficticio repleto de personajes inventados con los que acabé por encariñarme y adorar. Cuando terminé el libro, de trescientas páginas, habían pasado muchas horas y ya era casi de noche. Rayne había permanecido sentado a mi lado todo ese tiempo, concentrado en su propia lectura, él leía un grueso libro sobre magia avanzada y de vez en cuando tomaba apuntes de ahí en una libreta que hizo aparecer con su magia.

― Rayne― Le llamé y él en seguida volteó su mirada para verme.

― ¿Qué pasa?― Su vista se deslizó sobre el libro cerrado entre mis manos― ¿Quiéres tomar otro?

― Antes me gustaría preguntarte algo, Rayne― Comencé a decir vagando mi mirada sobre las letras doradas que habían en la cubierta de mi libro, formando las palabras del título―, ¿qué es estar enamorado?

― Oh, eso...― El mago se acomodó en el asiento y pasó su vista amarilla por las estanterías del frente, en silencio, seguramente pensando en una respuesta que darme― Es cuando quieres mucho a alguien. Cuando quieres ver a esa persona feliz, quieres estar siempre a su lado, tocar a esa persona, quieres verla bien y... oh, si se siente bien por algo que has provocado tú es mucho mejor.

Luego de decir eso, el chico de doble línea suspiró y bajó la mirada a la mesa antes de posarla sobre la mía.

― Ya veo...― Yo misma rompí el contacto visual, pasando mi vista al techo― Y tú, Rayne, ¿estás enamorado de alguien?

El chico cerró los ojos al suspirar, quizá con pesadez. Mi mirada se posó sobre la suya y nuestras vistas se entrelazaron. Pude notar que un casi imperceptible rubor rosado se había apoderado de sus mejillas.

― No estoy enamorado― Susurró al fin.

Después de eso, me dijo que ya era hora de ir recogiendo, por lo que guardé el libro que me había acabado en la estantería y escogí uno nuevo para llevármelo a la habitación, uno de amor. Quería entender más ese sentimiento que había hecho que Rayne se sonrojase. La verdad es que él se veía muy lindo con las mejillas torneadas de rosa, y quería verle más veces poniéndose así.

Regresamos a la habitación, dejé el libro sobre mi cama y después me lancé yo misma sobre esta, soltando todo el aire de mis pulmones y cerrando los ojos con pesadez. Rayne comenzó a darle de comer a sus conejos mientras los admiraba y acariciaba. Se notaba que le encantaban esos animales, de hecho tenía toda clase de merchandising sobre éstos, huelga decir que las sábanas de su cama tenían un estampado con caras de conejitos blancos.

― Oye, Rayne― Lo llamé una vez más, y él posó su vista sobre mí sin dejar de mimar a sus animales con arrullos y caricias―, eres muy mono.

El chico frunció el ceño y arrugó un poco la nariz.

Stay with me [+18 Rayne Ames x fem! reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora