Capítulo 4

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"La atención es la caricia más hermosa."

Me congelé al escuchar a Rayne a mis espaldas y tragué saliva con temor, perfectamente consciente de que había roto las reglas al haber salido de la habitación

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Me congelé al escuchar a Rayne a mis espaldas y tragué saliva con temor, perfectamente consciente de que había roto las reglas al haber salido de la habitación... Algo que tanto el director Wahlbert como él me habían prohibido. Sentí también el temor reflejado en la mirada de Finn al mirar hacia atrás de mí, donde estaba Rayne... por otro lado, Mash estaba tan pancho comiendo de nuevo tras el corto momento de tensión.

― Eeeh ¡Rayne!― Me giré para enfrentarme al chico de cabellos bicolores y mirada profunda y fría, la cual me estaba taladrando con molestia. Me reí nerviosamente― ¿Qué haces aquí?

El chico apretó la quijada con disgusto ante mi estúpida pregunta y su ceño se frunció ligeramente. Su mirada amarilla seguía clavada sobre la mía, ignorando a los otros dos chicos a mis espaldas, quienes no se atrevían a mover un musculo... Bueno, hablando por Finn, claro está.

― Es mi habitación. Y te dije que volvería― Respondió con obviedad.

Rayne volvió su mirada entonces a Finn y Mash. Su mirada también se paseó sobre la puerta que había arrancado el chico sin magia, pero pareció preferir no preguntar por ello.

― ¿Qué hacéis aquí? Iros a clase. Ya― Imperó con un tono tan demandante que ambos chicos se largaron de ahí en seguida.

Así que nos quedamos los dos a solas. En un principio, Rayne me ignoró, sacó su varita de magia y con un sutil movimiento de muñeca la puerta desapareció del suelo. Después, guardo su varita, repasó con su mirada los alrededores rápidamente antes de volver a posar su vista sobre la mía. El aire que se respiraba era tenso, espeso. Dio un paso hacia mí, a lo que yo retrocedí un paso hacia atrás. Rayne bufó y su ceño fruncido se acentuó. Se me hizo... atractivo.

Él dio dos pasos más hacia mí, conmigo retrocediendo otro a cada uno de ellos, hasta que mi espalda chocó contra la puerta cerrada de la habitación. El mago extendió su mano hacia mí y cerró sus dedos al rededor de mi brazo. Con un movimiento brusco, me acercó a él y su aliento cálido golpeó mi rostro cuando él comenzó a hablar con su voz grave y molesta.

― Escúchame bien, TN― Rayne parecía estar bastante cabreado, pero su mirada inexpresiva no lo hacía notar, lo único que podría delatarle era la acentuación de su ceño más fruncido de lo habitual, además de que destilaba mucho, mucho enojo―, tienes suerte de que hayan sido ellos los que te hayan visto.

Fue a abrir la boca para decir algo más, pero pareció replanteárselo. Entonces, abrió la puerta de la habitación, aún sin soltarme del brazo, y me metió dentro. Después entró él y cerró la puerta tras de sí de un portazo. Me alejé de él con el corazón latiendome a mil por hora: nunca antes había visto a nadie enfadarse de la forma que lo estaba haciendo Rayne, y eso me aterraba en cierto sentido. El chico en cuestión apretó la mandíbula con fuerza y su mirada me atravesó en silencio.

Stay with me [+18 Rayne Ames x fem! reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora