Stay with me [+18 Rayne Ames x fem! reader]

Capítulo 9

"Qué bonito es enamorarse cada día de la misma persona."

― Rayne, ¿podrías besarme?

Rayne arqueó las cejas con sorpresa y abrió más los ojos ante mis palabras. Se sonrojó suavemente y luego apartó su mirada al suelo, recobrando la compostura en el tren que meció su cuerpo para provocar que se volviera a inclinar sobre mí.

― Los besos no son algo que se pidan así, sin más, TN― Informó aún sin mirarme.

Hice un ruidito de disgusto por lo dicho.

― Pero yo quiero un beso tuyo, ¿tan malo es?― Refunfuñé con un puchero.

― TN, eso es algo que solo le debes pedir a alguien a quien quieras, ¿está bien?

Asentí con la cabeza ante sus palabras, tomando una nota mental para no volver a pedirle que me diera un beso. Al parecer, ese debía de ser otro tema tabú entre la gente corriente: yo aún tenía mucho que aprender de Rayne y de los libros que había comenzado a leer en la biblioteca.

Con eso, llegamos a la estación correspondiente y Rayne me tomó de la mano para sacarme de la marea de gente que inundaba el tren. Cuando pisé el suelo de la estación que conectaba con la ciudad, no pude evitar maravillarme. Había muchísima gente, entre ellos abundaban los alumnos de la academia Easton, pero todo era tan novedoso para mí.

― Wow― Solté mientras seguía a Rayne, quien continuaba caminando.

Andamos un poco hasta salir de la estación, y después el chico me guió por las transitadas calles hasta la acera principal que conectaba con la mayoría de tiendas. Ese sitio era genial, había un montón de estudiantes y algunos adultos pasando la tarde, comiendo en los bares y restaurantes y haciendo sus compras en las tiendas infestadas de llamativos escaparates.

― Nunca antes había ido de compras― Confesé apartando mi mirada de los alrededores para posarla sobre el mayor.

El chico me devolvió la mirada sin dejar de caminar.

― Bueno, siempre hay una primera vez para todo, supongo― Fue su respuesta, dándole una mirada rápida al lugar en el que nos encontrábamos, leyendo los letreros de los locales―. Vayamos a comer primero, TN, ¿te apetece ir al McDonald's?

― ¿Qué es el McDonald's?

Con esa interrogante de mi parte, Rayne decidió llevarme al McDonald's. Me condujo a lo que dijo que era un restaurante de comida rápida donde habían varios estudiantes comiendo hamburguesas, patatas fritas y demás comida chatarra. Sólo había visto ese tipo de comida en los cuentos que leía de pequeña, pero allá donde crecí solo me daban de comer platos perfectamente equilibrados para "mantener mi rendimiento cerebral en las mejores condiciones posibles" o algo así.

El chico de cabellos amarillos y negros me guió hacia unas pantallas que estaban colocadas en fila a un lado del local, la cual mostraba imágenes con los diferentes productos que ofrecían y sus precios. Yo lo veía todo tan colorido y novedoso que no sabía muy bien qué pedir, pero al final me decidí por el menú que más me llamó la atención: la cajita feliz.