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Jimin

Mi relación con Jungkook parece ir avanzando, ambos sabemos que nos gustamos, y que la atracción es mutua, pero debido a mis experiencias pasadas he decido llevar todo pausado y a pasos pequeños.

Taehyung me dio ese consejo, creo que lo hizo para hacer que Jungkook se rinda, pero al parecer él no está dispuesto a hacerlo.

Llevamos un mes completo conociéndonos, cada día él aprende algo nuevo de mí, debido a mi ceguera, pero yo también aprendo.
Aprendo y experimento cosas que jamás creí poder hacer, y eso me hace sentir feliz y orgulloso de mí mismo.

Jungkook es esa persona que me impulsa a realizar cosas que alguien ciego no puede hacer, pero el saber que está a mi lado, simplemente me da la confianza que necesito.

Tae, lo llama mala influencia, pero para mí es todo lo contrario.

Entre los dos hay una especie de separación, Jungkook dice que Taehyung me sobre protege demasiado cosa que yo sé a la perfección, pero también dice que existe algo más que no le agrada, aunque aún no sabe lo que es.

Mi mejor amigo dice que Jungkook nos separará y que yo lo dejare en el olvido, y cuando se molesta dice cosas como que todo lo que ese tipo hace es falso.

Las reglas entre ambos son sencillas, Taehyung me lleva a la fundación por las mañanas, Jungkook me lleva a casa cuando termino de trabajar y pasamos tiempo juntos. De esa manera no tengo por qué estarlos escuchando decirse tonterías.

Viajo en el auto de Taehyung, escucho su voz intentando armonizar como el cante lo hace, rio bajo intentando no llamar su atención.

—Deja de reírte —lo escucho decirme.

—No me reí —digo, fallando en hacerme el serio.

—Te escuché, Jiminie —me hace saber.

—Sigue cantando, me gusta tu voz —bromeo.

—No te hagas el chistoso —lo escucho reír, mientras conduce.

—¿Estás listo para impresionarlos a todos? —cambio de tema, recordando la presentación que mi amigo debe impartir.

—Estoy aterrado —confiesa.

—Vamos, Tae, tú puedes con ellos —lo motivo.

—Lo sé, es solo que...

—Todo va a salirte bien, los dejaras asombrados y tu jefe sabrá que no se equivoca al darte el ascenso —lo interrumpo.

—Tienes razón —dice sonando más animado.

—¿Y a ti como te va con el pequeño? —me pregunta.

—Bien, Minho aprende rápido, y es muy inteligente —le comento orgulloso de mi desempeño y del aprendizaje del niño.

—Eso suena genial —siento como disminuye la velocidad.

—Es genial —aclaro.

El auto no se mueve más y sé que hemos llegado a la fundación, con mi mano derecha sigo la cincha del cinturón de seguridad hasta llegar al botón, lo presiono fuerte tal y cual como Jungkook me lo dijo, me retiro el cinturón y sonrío leve.

Tomo mi bolso con mi mano izquierda, mientras que con la izquierda busco la palanca para retirar el seguro de la puerta, lo jalo y la puerta se abre.

—¿Qué crees que haces? —escucho la voz molesta de Taehyung.

—Voy a...

—Quédate donde estas, Jimin —me sentencia.

—Pero...

Through my eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora