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La mañana ha arribado y consigo a la ahora pareja.
Jungkook, se retira el casco y se queda inmóvil para que Jimin pueda bajar con cuidado por sí solo.

—Lo hiciste muy bien —lo felicita el más alto, bajando de la motocicleta.

Deja su casco sobre el volante, y da unos cuantos pasos cortos que lo hacen estar cerca de su novio.

—Déjame ayudarte.

Jeon lleva sus manos hasta la barbilla de Jimin, baja lentamente y retira el seguro del casco, le ayuda a retirárselo observando el lindo cabello desordenado de Park, haciendo que luzca más bonito y llamativo ante los ojos del mayor.

Con su mano izquierda sujeta el casco, y con la derecha acomoda algunas cuantas hebras de cabello color negro, provocando que Jimin sonría.

—Vamos.

Jungkook baja su mano, y toma la de Jimin de forma confortadora, brindándole seguridad.

La mano derecha de Park viaja hasta el antebrazo de Jeon, presionándolo sólo un poco. El mayor lleva su vista al frente al escuchar la puerta abrirse.

Taehyung sale de la casa, desciende la rampa y se detiene hasta quedar frente a la pareja.

—Tú, eres un imbécil —es lo primero que articula, para luego cruzarse de brazos y ver completamente molesto al azabache.

—¡Taehyung! —suelta sorprendido, Jimin, luego de reconocer la voz de su mejor amigo.

—Debiste traerlo a casa. Sé lo que quieres, y no, no lo permitiré.

El enojo del castaño es tan grande que ni siquiera puede calmar el tono de su voz.

Algunos vecinos salen y otros prefieren permanecer dentro de sus casas, observando a través de la ventana.

—No daré un show para tus vecinos, si eso es lo que quieres —se dirige Jungkook a Taehyung.

—Enfrenta las cosas —lo reta Kim.

—Lo haré, pero no aquí —Jeon, intenta soltar la mano de Jimin, pero el pelinegro no se lo permite. —Además, no entiendo cuál es tu maldito enojo —espeta con tono de voz más fuerte el azabache.

—Basta, ambos. Iremos a dentro y hablaremos sobre lo que sea, que sea esto —interviene el pelinegro.

Jungkook suelta un suspiro y gira su rostro un poco hacia la derecha, observa el lindo rostro de su ahora novio, y ve la forma en la que sujeta su mano y su antebrazo.

—Está bien —accede ante el comentario de Jimin.

Los tres chicos entran a la casa, el castaño con su entrecejo fruncido, su mirada sería, con muchas ganas de golpear y de alejar a Jeon de su lindo amigo.

—Puedo solo —dice el pelinegro, cuando están en la sala.

El azabache lo suelta, y observa como lentamente se aleja de él.

—Espera —dice Taehyung, acercándose a toda prisa a Jimin.

—Dijo que puede hacerlo sólo —recalca Jungkook, mirando como el castaño no deja a su novio hacer las cosas por sí solo.

—No me interesa —dice, llevándole la contraria tanto a Jeon y a su amigo.

—Taehyung, por favor. Puedo hacerlo —el pelinegro hace una pausa. —Listo —dice acomodándose en el sillón mediano para dos personas.

—¿Estas bien? —lo cuestiona el castaño.

—Sí, ahora por favor toma asiento —le pide Jimin a Tae.

Through my eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora