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Luego de convivir una noche en familia en la sala de los señores Lee.

Jungkook y Jimin se despiertaron, desayunaron juntos con los padres del menor.

—Iré al granero, debo alimentar a los caballos y cerdos —anuncia el señor Lee.

Jeon el cual, sostiene la mano del pelinegro lo mira con brevedad.

—¿Puedo acompañarlo? —pregunta Jungkook.

—Estás seguro de eso, chico. No pareces haber visitado un granero antes.

Jimin ríe bajo ante el comentario de su padre.

—Cariño —lo reprende su esposa, apenada.

—Hay una primera vez para todo —suelta Jeon.

—A Jungkook, le gusta experimentar papá —agrega Jimin.

—Bien, entonces vamos.

Ambos se ponen de pie casi al mismo tiempo.

—Ten cuidado —le pide el azabache a Park.

—Ten cuidado tú —sonríe Jimin, sintiendo los labios de Jungkook sobre su frente.

—No te burles de mí —le pide el mayor.

—No lo hago, créeme —dice entre risas el pelinegro.

El azabache sale de la casa siguiendo los pasos del padre de Jimin, no dice una sola palabra, solo camina en silencio mirando el pequeño camino de tierra y piedras, dándole una leve mirada a los alrededores, percatándose que tiene unas cuantas miradas sobre él.

—Ignóralos —escucha la voz del señor Lee.

Se detiene al ver que el señor retira el candado del granero, toma dos cubetas una en cada mano y luego observa sobre su hombro a Jeon.

—Toma esas dos y sígueme —le ordena.

Jungkook toma dos cubetas y acelera sus pasos para alcanzar al señor Lee.

—No vayas a vomitar.

—¿Cómo? —duda, confundido el azabache.

—El olor es un tanto fuerte y desagradable para la gente que no está acostumbrada.

Abre la puerta de madera para poder acceder a la reja de los cerdos.
Jeon, exhala fuerte, haciendo que el señor Lee, ría.

—Sólo no vomites —dice riendo.

El señor se encarga de darles el alimento a los cerdos, y Jungkook de llenar los cuencos de madera con agua.

Alimentan a los dos caballos, y luego se encargan de limpiar las heces de los animales.

—Tengo una pregunta, señor —se dirige el azabache al padre de su novio.

—Dime.

El señor Lee, se encarga de colocar más paja.

—Es sobre la historia de Jimin.

Una mirada breve es la que recibe del señor.
No recibe respuesta, por lo tanto, decide seguir ayudando en la granja. Cuando han culminado toman asiento sobre un grueso tronco de un viejo roble, beben un poco de agua mientras miran a los cerdos.

—¿Qué es lo que te ha dicho, Jiminie?

Jeon deja de beber agua.

—Que es una larga historia, que no le gusta recordar porque sufre pequeños ataques.

El señor asiente.

—Dijo que puedo preguntarle a usted.

Un sonoro y largo suspiro sale de las fosas del señor.

Through my eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora