4-. Un triste consuelo.

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Viajar teniendo por única compañía a Sung Kyu no era la cosa más divertida que había hecho en mi vida. Y que el humor del mayor estuviese de los mil demonios no ayudaba mucho. Pensé que si Woo Hyun estuviese ahí su furia seria rápidamente aplacada. Claro que si Woo Hyun estuviera ahí, yo no lo estaría.
Al final ninguno de los dos dijo una palabra durante todo el viaje, ambos utilizando audífonos.
El spa era realmente de lujo. No podía ni imaginar lo que Sung Kyu había gastado en aquellas reservaciones. Le lancé una mirada un poco triste. Woo Hyun no se daba cuenta de lo mucho que nuestro líder lo quería. Woo Hyun era un tonto por estar jugando doble.
Debido a que aquel fin de semana había sido planeado para una pareja había una sola habitación, con una sola cama. Pero eso no representaba un problema para mi. Ya antes había dormido en la misma cama con Sung Kyu, sin embargo él si parecía un poco cortado ante la situación.
—El sofá...
Empezó.
—No dormiré en el sofá —declaré, dejando mi maleta sobre la cama—. Hazlo tú si quieres.
—Ni lo pienses. Pagué mucho para venir a dormir al sofá. Tú dormirás en el.
—No. No lo haré.
—Sung Jong.
Pero entonces me dejé caer en la cama, cubriéndola con todo mi cuerpo mientras gritaba:
—¡No lo haré! ¡No lo haré! ¡No lo haré!
—Está bien. Compartamos la cama.
Gruñó, dejando su maleta sobre el famoso sofá.
Sonreí un poco, sintiéndome victorioso, pero aquella agradable sensación sólo duró un segundo. Mis ojos se posaron en mi maleta, la que L me había regalado hacia un tiempo. ¿Por qué había tenido que traer precisamente esa maleta?
—Tomaré una ducha rápida —dijo Sung Kyu—. Después vayamos por algo de comer.
—Está bien.
Murmuré, ocultando mi rostro contra la almohada. Lo escuché entrar al baño y me volví hasta quedar de frente al techo. Pensaba en L de nuevo. ¿Que estaría haciendo? ¿Seguiría donde quiera que fuese con Sung Yeol? ¿Que opinaría al saber que me había ido con Sung Kyu? ¿Le importaría? No lo creía. Yo ya no significaba nada en su vida. Ya no era su amigo ni tampoco su hermanito. Tal vez sólo era, para él, un miembro más de Infinite.
Me incorporé y comencé a buscar mi cartera. No sabia que tanto abarcaba esa reservación y conociendo a Sung Kyu no querría gastar mas de la cuenta en mi.
Volví a sentir un poco de pena por él al pensar en Woo Hyun. Todo la reservación pensada para él y él... Bueno, a esas horas debía estar en brazos de Key. No quería imaginarlo, pero era inevitable. Y debía doler mucho eso.
—Sung Jong.
Me llamó Sung Kyu entonces desde el interior del baño.
—¿Qué?
—Dame una toalla.
¿Qué? ¿Había entrado al baño sin una? Rodeé los ojos y me encaminé a cumplir con su encargo. A lo mejor podría hacer que me lo pidiera por favor.
Abrí la puerta del baño, la cual no tenia seguro y entré.
—Damela.
Sung Kyu se hallaba desnudo de espaldas a mi. Sin saber muy bien porque me ruboricé un poco e intentando no ver mucho le entregué la toalla.
—No deberías olvidar...
—Ya sé. Woo Hyun siempre me lo recuerda.
Se quejó, sin siquiera voltear a verme.
Woo Hyun de nuevo. Parecía que Sung Kyu era incapaz de pensar en nadie más que en él. Bueno, lo entendía, a veces sentía que la cabeza me explotaría por pensar tanto en L.
Abandoné el baño, con las mejillas un poco rojas. Ya había visto otras veces al mayor sin vestimenta y nunca me había avergonzado. ¿Cual era la diferencia ahora? Tal vez que en esa ocasión estábamos los dos solos. Sin los demás miembros. Sólo el mayor y el menor. Que extraña combinación.

Como había pensado la reservación no cubría todo y Sung Kyu tuvo que soltar un poco de dinero para la comida. Al menos lo mío quedó intacto. Por el momento.
Después de la comida Sung Kyu fue por un masaje. No lo acompañe. Pensaba en echar una siesta y así poder estar fresco por la mañana para disfrutar la piscina. De todas formas él no insistió, que me hubiera invitado para no ir solo no significaba que tuviera ganas de pasar aquel tiempo conmigo.
Pero no dormí ni un poco. Pensaba en L de nuevo. Tenía unas ganas intensas de llamarlo y preguntarle como estaba, pero no era muy probable que respondiera el teléfono. Y si lo respondía, ¿qué le diría? ¿Y si él estaba haciendo "algo" con Sung Yeol? ¿Qué haría entonces?
Me removí en la cama, en la oscuridad y con los ojos pesados. Tenía que dormir un poco. Tenía que...
Antes de darme cuenta me hallaba frente a las puertas de un bar. Antes me habrían puesto trabas para entrar, pero ahora ya no era así. Era mayor de edad y si quería beberme hasta los vientos para olvidar que el chico que amaba seguramente amaba a otro o peor aun, me odiaba, podía hacerlo.
Perdí la noción del tiempo entre trago y trago, feliz de contar con mi cartera llena. Despreocupado y alegre. Sólo que en algún momento todo cambio. Para cuando volví en mi tenía a Sung Kyu golpeando mi espalda mientras vomitaba en el baño del hotel donde nos alojabamos.
—Espero que estés satisfecho.
Se quejó una vez me hubo llevado hasta la cama.
—No...
—¿No? ¿Después de todo lo que bebiste?
—No me regañes.
Me cubrí la cabeza con las manos.
—Sung Jong. Eso fue irresponsable y osado. ¿Que habría pasado si no te hubiese encontrado?
Sus palabras me hicieron levantar la cabeza.
—¿Saliste a buscarme?
—Claro que lo hice.
Mi corazón tuvo un sobresalto. Sung Kyu había hecho algo que jamás creí. Se había preocupado por mí.
Sin poder contener mas mis emociones reprimidas de todos esos días comencé a llorar, rodeando la cintura del mayor con mis brazos.
—Sung Jongie —no solía llamarme así—. ¿Qué ocurre?
Negué con la cabeza, pero continué llorando. Lo hacia de una forma silenciosa, pero pensaba que ese tipo de llanto era el que más dolía.
—¿Es por Myung Soo?
Me encogí un poco al escuchar ese nombre.
—Tú... ¿lo quieres?
Siguió con su interrogatorio. No tenía fuerzas para luchar.
—Sí, pero él tiene a Yeollie.
Murmuré, con la garganta seca.
Creí que diría algún comentario fuera de lugar, burlándose o algo así, pero Sung Kyu se limitó a estrecharme con más fuerza entre sus brazos.
Estuvimos así un rato. En completo silencio, yo dejando fluir mis lágrimas, sin dejar de pensar en L. No fue hasta después de que me percaté de algo: yo no era el único que lloraba.
—Sung Kyu...
—No es nada.
Y se pasó la mano por el rostro mientras simulaba una sonrisa. Claro, los dos estábamos en las mismas circunstancias. Los dos éramos los rechazados. Sólo faltaba ahí Dong Woo y podríamos hacer un desfile.
—Woo Hyun no sabe lo que se pierde.
Dije en voz baja, llevando mis manos al rostro del líder. Sentía mi cabeza un poco revuelta debido al alcohol que había ingerido, pero era por completo consciente de lo que hacia.
—No de mucho.
Susurró él, sonriendo aún. Nunca antes me había percatado de lo dulce de su sonrisa. Sung Kyu era bastante guapo, no tanto como L, pero se defendía.
—Se pierde demasiado.
Rebatí y sin más lo besé en los labios. Sung Kyu no se resistió, al contrario, correspondió mis besos. Sin embargo sabía muy bien que en su imaginación no era a mí a quien besaba, así como no era a él a quién yo besaba. Pero ya daba igual. Yo quería consuelo, él también.

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