7-. "Tú y yo".

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Arrojé mis cosas dentro de la maleta verde que tenía debajo de la cama, sin preocuparme si mezclaba ropa limpia con sucia. También eché mi bolsa de cremas y maquillaje. Me sentía furioso con Sung Kyu por hacer esto, pero no iba a suplicarle para que no me echará. ¿Quería quedarse con el menor? Perfecto, que se quedara con él. No era como si yo lo necesitará o fuera a extrañarlo.
Me estiré para alcanzar algunos discos que tenía sobre el librero cuando escuché que la puerta se abría. Pensé en Sung Yeol primero, quien vendría confundido a preguntar sobre mi "relación" con el líder. Sabía muy bien que responder: yo no tenía ninguna relación con él. Qué me gustara tirarmelo de vez en cuando no me convertía en su novio ni nada parecido. Si la diva pasiva que tenia como mejor amigo me servía para lo mismo, sin contar que Key tenía además a Jong Hyun.
—No te olvides de cambiar las sábanas —escuché la voz del recién llegado, que no era otro más que Sung Kyu—. Jongie querrá unas limpias —me volví hacia él.
—Así que ahora es Jongie —dije con sarcasmo.
—Sí.
Se limitó a responder y se dio la vuelta para salir, pero me adelanté y lo sujeté del brazo, empujando su cuerpo contra la pared hasta tenerlo a mi merced.
—Sueltame, Woo Hyun.
Y su rostro se mostraba molesto. Verlo así siempre me ponía de humor para hacer cosas divertidas.
—¿Por qué? Siempre te ha encantado que te acorrale.
—Es mentira —pero el rubor en sus mejillas lo desmentía.
—Vayamos a algún lado y hagamos todo lo que no hicimos el fin de semana.
Le susurré, deslizando mi mano por debajo de su playera, acariciando sus pezones con las yemas de los dedos tal y como sabía qué a él le gustaba.
—No.
—Hacerte el difícil sólo me calienta más.
Mordí el lóbulo de su oreja, arrancándole un suave gemido. Al diablo con todos los demás. Lo haría mío en ese momento.
Busqué sus labios y también los mordí, llevando mi mano hasta su entrepierna.
—¡Te dije qué no!
Gritó repentinamente y me apartó de él de un empujón, con la respiración agitada y la cara completamente roja.
Nos miramos en silencio, escuchando el ruido de la televisión en la sala.
Desde que había seducido al líder meses atrás nunca había puesto tanta resistencia. Si, le gustaba juguetear y fingir que no quería, pero al final terminaba gimiendo como loco debajo de mi.
—Se acabó, Woo Hyun —dijo, llevándose una mano al pecho.
—¿Se acabó que cosa?
—Tú y yo.
Solté la risa, cruzándome de brazos a la vez que me recargaba en la pared.
—No te confundas, Sung Kyu. Nunca hubo un "tú y yo".
Vi claramente la herida que mis palabras le provocaron, pero se lo tenía bien merecido.
—Sí. Es cierto.
Rió un poco, pero sus pequeños ojos brillaban. Me sentí mal y me arrepentí de mis palabras al verlo así.
El mayor se dio la vuelta para salir, pero lo detuve de nuevo.
—Sung Kyu.
—Déjame. Tengo que volver con Sung Jong.
Mantenía la cabeza gacha. Quería disculparme, pero que mencionara al menor (por el cual me había cambiado) me hizo enojar de nuevo.
—¿Ya te has acostado con él?
Pregunté sin poder contener mi lengua.
—Y si así fuera —susurró —¿a ti qué te importa?
Lo dejé ir, con un nudo en la garganta. Aún más furioso ante esto. Yo era el único que había tocado a Sung Kyu, el único que había probado sus labios, el único que conocía sus zonas sensibles. Yo era el único para él.
Abrió la puerta, pero por tercera vez lo hice detenerse.
—No me importa lo que hagas con él —cerré la puerta con la mano y lo abracé por detrás —pero no quiero que dejemos de vernos.
—A él si le importa lo que haga contigo —susurró —Jongie quiere exclusividad—. Hizo una pausa y volvió el rostro hacia mi —y yo también.
Lo solté y Sung Kyu abrió la puerta de nuevo. Esta vez no lo detuve. Exclusividad. ¿Qué significaba eso exactamente?
Me dejé caer en la que pronto dejaría de ser mi cama. Estaba confundido. No lograba entender como funcionaba la cabeza de Sung Kyu. No lograba entender porque me había cambiado. ¿Era porque me había negado a ir con él al spa? Pero había dicho que estaba bien y que iríamos la próxima vez.
Sung Kyu solía estar inconforme casi todo el tiempo, pero sobre "nosotros" jamás lo vi así. Inclusive llegue a pensar que podría tener sentimientos más profundos hacía mi. Y la idea me gustaba. Tener a Sung Kyu enamorado de mí significaría que sólo yo podría tocarlo, pero ahora... ¿Lo nuestro había significado tan poco para él? Era consciente que yo solo buscaba diversión en él, pero... pero... No sabía como terminar la frase. No se me ocurría ninguna forma de justificar lo que había hecho con Sung Kyu. O lo que Sung Kyu había hecho conmigo. Yo había pretendido jugar y el que había jugado realmente había sido él.

Quédate a mi lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora