Estupido Jared.

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¿Como fue que termine bajo las sábanas del que un día antes me dejó tirada?
Estaba abrumada y él parecía no estar muy seguro de lo que estaba pasando.
Lo observé bien, no llevaba su camisa debido a que yo la tenía puesta, pero, todo lo demás parecía en su sitio aún así..¿si había pasado algo? ¿El se abría aprovechado de mi estado?

Jared tardó un momento en ponerse de pie y mirarme con una mano en la cadera. Lo detalle bien, tenía un abdomen de revista ¿ya habría posado así para alguna revista? Si así era...la necesitaba y con urgencia.
Parecía confuso y enojado.

-¿Tu que carajos crees que paso anoche?-dijo en un tono provocador.

Tragué saliva.

-N-no..-tartamudeé con esa pose y esa voz él resultaba imponente.- No lo sé.-logre decir con seguridad.

Él se acercó a mi con suavidad a mi, parecía no querer asustarme. Me senté en la cama de golpe y el se arrodilló ante mi, acercándose lo suficiente como para que yo escuchara su repirar.

-Yo sé que crees que paso algo- puso uña mechón de pelo detrás de mi oreja.- y necesito saber que..

Tragué saliva ¿ya alguien le había dicho lo jodidamente sexy que era?
Me miro fijamente, ansioso por mi respuesta.

- Tú y yo..-Lo mire como si mi respuesta dependiera de lo que pasaría después.

- ¿aquello es una idea tentadora verdad..?- susurró en mi oído, sentí su respiración en mi cuello. Mientras su otra mano recorría con suavidad mi muslo.

Tome su mano y esto lo tenso.

- No pasó nada..-dijo rozando sus labios en mi cuello para luego reincorporarse.- ahora eres libre de irte o de meterte de vuelta en la cama y dejarme dormir.

¿Estaba de broma verdad? Tome mis cosas, mi vestido estaba lleno de vomito y me queje.

- Ponte algo mío, te quedará grande pero al menos no iras desnuda por la vida.-gimoteo el crío de Jared mientras se volvía a acomodar en la cama.

No haría eso, ya me había hecho sentir bastante tonta en lo que llevaba de mañana y no había ni salido al mundo exterior.
Salí de su habitación.

Dan que estaba ahí cuando intentaba salir me miró de reojo.

- Yo pensando que Jared dejaba peor...a sus "víctimas".- murmuro mirándome de arriba abajo, esa mirada me hizo entumecer.

Me acerque a él muy decidida.

- No soy una de sus "víctimas" y no deseo serlo, Dan.- espete- ahora si me disculpas saldré de aquí.

Me giré y Dan aclaró su garganta.

-Lo tienes bastante jodido- Suspiro- El chico nocturno ahora dedica sus noches de no dormir a ti, me harta.

Me giré nuevamente y lo mire.

- ¿quieres tener a Jared Foster arrastrándose por ti?- asentí sin pensarlo, Dan parecía decidido y cansado- Bien, yo te ayudo.

Lo mire confusa.

-¿A que te refieres con "ayudar"?

Me dio un papel que tenía una dirección.

- Te veré allí- me miro sonriente- pero no te puedo garantizar que Jared de te lo que quieres que te de.

                                     ── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

Esa mañana pase rápidamente por casa, mis fieles amigas no parecían estar allí.
Entre a mi habitación y me cambié a la velocidad de la luz, pasé rápidamente por la cocina y ya sabía quien estaba ahí.

Las bragas de Asía eran inconfundibles y ver la espalda desnuda y arañada de un Scott...Eso delataba los hechos.

-¡JODER!-gritó Patrick que se lamentó a los segundos, Asía seguiría dormida y él le estaba haciendo el desayuno.

Fulmine a Patrick con la mirada.

No me importaba la cantidad de chicos que entraran por esa puerta, no me importaba a cual de mis dos amigas se tiraran, lo que me importaba por la mañana era si les habían hecho daño.

Y de Patrick ya había tenido bastante.
Y él claramente lo sabía.

Ambos (tanto Asia como Patrick) sabían que no tenía problemas con que tontearan, con que se apoyaran. Pero no quería volver a encontrar a Asía como la encontré la mañana que Patrick la dejó.

Me tome una galleta y seguí mirando a Patrick.

- No le hagas más daño Patrick.

Dije antes de salir de la cocina y del departamento en general.

Esa mañana debía ir a clases, se supone que Asía también, pero ella siempre ha tenido la facilidad de tener a los profesores comiendo de la Palma de su mano.
Especialmente esa mañana, en los momentos más aburridos me gusto fantasear con el toque de Jared sobre mi pierna  y sus labios sobre mi cuello ¿porque necesitaba su toque?
En algunos momentos mis fantasías se cortaban por el sonido de un profesor riñéndome por no estar lo suficientemente concentrada.

Una vez salí de clases me encontré con una cara conocida, aunque en una situación de incógnito.
Lena Scott ¿dándose el lote con el chico de la noche anterior?

Algo paso que esta se detuvo y se giró a mi, al igual que el chico que parecía estar maldiciendo mi nombre en todos las lenguas que conocía.

Lena se acercó a pasos rápidos hasta mi y me envolvió con un abrazo.

-¡Viv!-sonrió esta, espero a que pasaran las personas que estaban en ese solitario pasillo.- no le cuentes ni a tu almohada.

Entendí a que se refería y asentí.

Lena se giró al chico, que la miro de un modo que deseaba que me miraran a mi algún día.

-¿Nos vemos después?- pregunto Lena con una dulzura que nunca había detectado en su voz.

- Nos vemos cuando quieras, mia vita.

Lena sonrió y luego me tomo del brazo, nos alejamos tan rapido como pudimos. Mire a Lena confusa.

- ¿Tu no estabas..?- iba a terminar mi frase pero esta me corto al instante.

- Termine con el.

Era el momento ideal para montar una fiesta.

- ¿y el?

- el es otro tema.

Se cancela la fiesta.
Lena siguió caminando, tenía las palabras en la boca.
Sabía que cara era esa, era la cara de estar preocupada, como una mamá pollito, solía hacerla cuando Patrick ingresaba en el hospital  o cuando Asía lloraba por amor.

- Lena ¿que pasa?- pregunte rompiendo el silencio.

- Anoche te besaste con Jared- me miro, como si aquello fuera malo.

-¿eso hice..?

- Y le vomitaste encima.

Sonreí, mi tic del ojo apareció otra vez.

Le vomite encima a Jared Foster..

La primera canción de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora