Lejos

13 0 0
                                    

Habían pasado ya 2 años, desde que todo New York se enteró de ese incidente.
En ese transcurso de tiempo termine mi carrera, ahora era abogada en Italia, me sentía feliz.
Había tenido tiempo para centrarme en mi, solo en mi, había sido maravilloso.
Nadie en Italia sabía nada del incidente, ni de mi vida, simplemente era la abogada de confianza.

Ahora mi pelo rubio se encontraba un poco más corto y mi cuerpo más tonificado debido a mis idas regulares al gimnasio. Ahora mismo volvería a ver a mi familia, Lena y Asía. Las cuales me apoyaron siempre. Decidieron irse de vacaciones a Italia esa temporada alta, además de traerme una sorpresa ¡mi sobrino!
En dos años habían pasado muchas cosas, entre esas el repentino embarazo de Asía, embarazo que fue bien recibido. El padre, Patrick, aunque no quería nada con Asía era un padre presente para el niño, el cual decidieron llamar Thiago.

Mi mente volvió a sí misma cuando una melena morena y una melena rubia despampanantes aparecieron por esa puerta. Y un niño con todos los rasgos Scott en brazos de Asia.
Me acerque literalmente corriendo y las abracé con fuerza, el niño lloriqueo a los segundos pero dejó de hacerlo cuando lo mire con una sonrisa.

-¡Viv! Parece que han pasado 50 años — bromeo Asía, la maternidad le sentaba de maravilla.

- ¡tienes que contarnos todo! - añadió una Lena que parecía más relajada que de costumbre.

En mi mente apareció esa pregunta, la pregunta de el...negue con la cabeza y mire a mis amigas con una sonrisa. Ayude a Asía con una maleta y empezamos a caminar a la salida para posteriormente caminar al auto. Una vez en el auto Lena subió como mi copiloto mientras que Asía disfrutaba con Thiago detrás.

- 2 años y vienen a visitarme ahora..— dije con algo de sarcasmo- perdieron la fe en los americanos ¿o que?

Lena y Asía compartieron miradas, eso no me gustaba nada. Las mire por el retrovisor.

-¿que?- pregunté apretando el volante.

- vinimos a una boda... la cual tiene una tercera invitación.- Lena sacó de su bolso Chanel una invitación mientras me sonreía inocentemente.- A mi hermano le encantaría que fueras...

Suspire y no dije nada en lo que quedaba de camino. Llegamos a mi casa , la cual se ubicaba en una colina con vista al mar, una casa bastante minimalista pero acogedora.

—¿El irá?- pregunte.

Ambas sabían a quién me refería.

- Dan ira, J- antes de que pronunciara su nombre fulmine a Asía con la mirada- el..no irá, está de gira.

—¿y qué carajos hace Dan aquí?— pregunté confusa.

— Cuando te fuiste, Dan dejó la banda para tener su carrera de solista, no le va nada mal por cierto.

Baje del auto y ayude a mis amigas a bajar las maletas.

—————————-°❀⋆.ೃ࿔*:—————————-

Olvide aquel tema por un rato, mientras cocinaba un pastel de manzana. Lena y Asía fueron a bañarse y a alistarse, esa noche íbamos a salir mientras que Thiago se quedaba con la mujer que me ayudaba en casa, Rita.

Saque el pastel del horno y me giré al oír los sonidos de los tacones de Lena. Se sentó en la encimera y se cruzó de brazos.

— se ve que aquí estás de maravilla- dijo mirándome con una sonrisa.

— Lo estoy- afirmé.- un poco sola, pero estoy bien.

— Así que la boda...

— Voy a ir.— mire a Lena a los ojos.— Ire porque no me quiero imaginar lo difícil que es para Asía ver al padre de su hijo casarse con una mujer insufrible.

Lena suavizó el semblante.

— Genial, no tendré que ir sola.— dijo para reconfortarse a sí misma.

— ¿Y Peter?

Silencio.
Vale, no era la única con el corazón roto.

Luego de dejar a Thiago en la cama, salimos. Una fiesta típica en la playa. Las tres íbamos vestidas de blanco, Asía con un vestido corto que dejaba en las nubes a cualquiera que viera sus piernas. Lena con un vestido largo pero más ceñido al cuerpo y finalmente yo, que opté por ir cómoda. Con un short de brillos blancos pegado al cuerpo y un top blanco a juego con el short.

Nos acercamos a la barra, pedimos unos mojitos y dimos una vuelta en la playa.

—¿cómo es que no te has tirado a ninguno?— preguntó Asía atónita.

Unos brazos se posaron en mis hombros, Nicolás.
Un pelinegro de piel bronceada con una barba cuidada y ojos verdes miró a Asía con diversión.

— Es que Vivían es reservada.

Lo mire con cara de pocos amigos.

— Cállate ¿no tienes un juicio mañana?- pregunte altiva.

— Asi es, Principessa.

Rodé los ojos y me alegré cuando Nicolás desapareció de mi vista, hombre insoportable.
Lena y Asía se miraron atónitas, luego me miraron a mí antes de despedirse encantadas de Nicolás.

—¿Quién es ese bombón?— preguntó Asía.

— El hombre más insoportable del mundo.— bufé— es mi compañero de trabajo, Nicolás D'Angelo.

— El cual parece encantado contigo ¿o me equivoco?

— Te equivocas, lo hace para fastidiar.— Asegure.

Lena solo rio y dejó la noche transcurrir.

Nota de la autora:

¡corto pero seguro!
Espero que hayan extrañado tanto leerlos tanto como yo escribir, cambiamos de locación y ¡por fin veremos a una Vivian más segura de sí misma!
¿Quien será ese Nicolás?🧐
¿Cuando volveremos a ver a Jared?🙃
¿Lena volverá con Peter?🙃
¿que pasará si Vivian y Jared se reencuentran?😱

ESPERO QUE DISFRUTEN 🫶🏽

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La primera canción de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora