Grupo Estela

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Narrador omnisciente; dos semanas después...

El campamento Mestizo estaba enterado de las noticas sobre Perseus Jackson. No tardaron mucho en hacerlo, luego de que Annabeth le informara a Quirón sobre la situación, este les informo a ellos casi inmediatamente.

Al principio a todos les tomo un tiempo digerir la noticia. Pero los primeros campistas en hacerlo fueron los más recientes, fueron los primeros en aceptarlo; Como no conocían del todo bien a Perseus no hubieron hechos o acciones que ellos hubieran presenciado que les hicieran dudar. El resto de los campistas, no tardaron en aceptar aquella realidad debido a la conocedora historia de Luke Castellan, aunque, eso no quitaba que no sintieran dolor o decepción.

Pero hubo un grupo de campistas que no lo creyeron. Esos campistas eran algunos de los más antiguos y de los más respetados. Eran aquellos que estuvieron desde la llegada de Perseus, incluso, unos pocos, que estuvieron desde la llegada de Luke y sintieron la traición desde mucho más adentro. Aquellos campistas que presenciaron la historia del niño con ojos verde-mar que llegó a su campamento y luego se volvió uno de los más grandes héroes. Su historia, la sabían de principio a fin, eran campistas que batallaron y perdieron junto a el, campistas que sufrieron el dolor, la duda, la traición y la perdida junto a el. Aquellos campistas no se dieron a torcer, ellos negaron y desconfiaron durante todo este tiempo las palabras de Annabeth, la cuestionaron y hasta le gritaron exigiéndole la verdad cuando ella estuvo en el campamento.

En este grupo también estaban los campistas que estaban en ese lugar, a salvó, gracias a él y su generosidad. Gracias al deseo que él les pidió a los dioses en la primera victoria de la primera guerra. Ellos le debían su vida a él, si el no lo hubiera pedido talvez la mayoría ya estarían muertos. Por eso no dudaron en ponerse de su lado y otorgarle su lealtad.

Ninguno de ellos creyó en sus palabras, tampoco en las de sus hermanos, quienes habían sido lo suficientemente estúpidos para creerle y que estaban empeñados en mostrarles los hechos y recordarles las muertes de todos sus hermanos y hermanas, de todo aquel que estuvo en el Empire State aquella tarde, en donde, los mismos monstruos les habían dicho la realidad a la que ellos se negaban rotundamente.

Pero incluso si fuera cierto, ellos no cambiarían de parecer. Ellos solo confiarían en lo que Percy les dijese, en lo que salga directamente de su boca y no de otras. Incluso si les decía que el era el villano de la historia y que tenía una razón, ya sea buena o una muy mala; Como que no había más galletas azules. Ellos lo seguirían.

Por lo que si seguían a Percy también seguirían a Nico, en tal caso de que esté estuviera en su bando. Ya que aún no sabían nada del hijo de Hades desde hace un largo tiempo y, sus intentos de búsqueda fueron un fracaso. Por esa razón consideraban posible la idea de que estuvieran juntos.

Volviendo al caso. Todos esos campistas seguirían a Percy a muerte, sin importarles de que bando estuviera. El les había dado la posibilidad de existir en aquel mundo y ellos le regresarían el favor como fuese.

Ninguno de los otros campistas sabían que pensar de ellos: Si ellos eran demasiado estúpidos o si solo eran demasiado leales.

Por esa razón las cabañas estaban divididas entre ellas mismas y, algunas, por no decir la mayoría, enfrentadas contra otras. Los pleitos y las disputas eran lo único que ocupaban todos los temas de conversación en aquel campamento.

Tampoco las criaturas mitológicas estuvieron en paz, las discusiones se llevaban a todas horas, todos los días, desde que se les fue anunciado la notícia. El caos había sumido ante las difíciles y dolorosas palabras de una joven semidiosa:

PERCY JACKSON: EL ÁNGEL CAÍDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora