PERCY JACKSON: EL ÁNGEL CAÍDO

Leve esperanza...

Pov's Annabeth; Día de la reunión... 

  Me baje del Ferry cuando se detuvo en la isla. Vi como se iba y, supe que ya no había marcha atrás. No podía retroceder. Ahora solo podía avanzar. 

 Me tome mi tiempo para llegar a la estatua. Admire el lugar con detenimiento, tal vez sea una de las pocas oportunidades que tenga de estar aquí.

No sabia con lo que me fuera a encontrar allí adentro. No sabia siquiera si el estaría ahí, pero contaba con la leve esperanza de que se encontrara allí. Tenia la leve esperanza de que, tal vez, pudiera abrazarlo una vez más. Tenia la leve esperanza de que, tal vez, pudiera ver el brillo oceánico de sus ojos. Tenia la leve esperanza de que, tal vez, pudiera escuchar mi nombre entre sus labios. Y la leve esperanza de sentirlos sobre los míos.

 No me había dado cuenta del momento en el que había llegado a la instancia, pero allí estaba y lo único que separaba mi leve esperanza y mi realidad era una simple puerta cristal. Nunca creí tenerle tanto miedo a una simple puerta, pero aquí estaba, temiendo en cruzarla.

  «Yo puedo. Vamos Annie» Me alenté mentalmente. 

 Empuje la puerta y entre.

 No sabia si era por el suéter que llevaba puesto o si era alguna alucinación de mi cabeza, pero cuando entre el aire se sintió más pesado y comenzó a hacer más calor, tal vez era la calefacción del lugar o no lo se, fuera lo que fuese desearía que se detuviera. 

 Deje de lado ese pensamiento y me enfoque por lo que había venido. Por el. Mire a mi alrededor, buscándolo, pero había demasiada gente en la entrada. Di unos pasos para salir del tumulto cuando comencé a sentir una mirada sobre mi, parecía intensificarse más con el pasar de los segundos por lo que me puse a buscarla. Dirigí mi mirada a una sección, en donde, no había tanta gente y lo vi. Lo estaba viendo. Viendo sus ojos. Viéndolo a el. Se sintió tan irreal que la sorpresa me golpeo y después la acompaño la realidad. 

 El se giro y comenzó a caminar a una parte más apartada y lo comencé a seguir rápidamente para no perderlo. No podía perderlo. No otra vez. 

 Cuando por fin había llegado el estaba de espaldas a mi, miraba un cuadro o al menos eso parecía.

Intente calmar mi respiración que estaba algo agitada por el esfuerzo de intentar correr con muletas. 

-Deberías ser más cuidadosa listilla- Levante mi vista cuando lo oí hablar, su voz sonaba tranquila y relajada, y no pude evitar que esa leve esperanza creciera en mi- ¿Te rendirás igual de fácil que anoche?- La pregunta me dejo consternada. 

«¿En serio el estuvo allí?» Me pregunte mientras clavaba mi mirada en el, algo no estaba bien.

-Tu... ¿Cómo sabes eso?- Pregunte, intentado ocultar mis nervios, pero fue imposible. 

-Mm No lo sé...-Dijo pensativo- ¿Cómo esta tu piel, sigue roja? Estar en esa agua realmente debió doler- Los recuerdos de esa noche vinieron a mi y no pude evitar temblar por eso, al parecer esta vez el sueño se había vuelto demasiado realista o, tal vez, solo lo suficiente como para dejarme la piel de un rosa leve. 

 Si el sabia eso es porque realmente estuvo ahí, pero eso significaría que el... No. Tal vez se haya enterado de otra forma, aunque, eso es muy poco probable, pero creo que eso debió de haber pasado ¿Verdad?

-¿Tu...realmente estuviste ahí?- Pregunté dudosa. Mi leve esperanza quería buscar algo a lo que aferrarse solo necesitaba una señal y todo estaría bien.

-No lo sé, listilla- Se dio la vuelta permitiéndome ver su rostro, seguía igual de bello que hace dos meses, pero ahora parecía más frío- ¿Realmente estuve ahí?- Sus ojos se clavaron en los míos y no pude evitar retroceder, lo que provocó que me cayera al suelo y como tenía un lindo yeso en mi pierna no podía pararme- Veo que sigues rindiéndote demasiado fácil- Dijo con una sonrisa extendiéndome su mano.