Cap:45

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Avergonzada, esa era la palabra que la caracterizaba en ese momento, Akala estaba con la mirada en el suelo mientras sus dedos se encontraban entrelazados sobre sus rodillas, no se atrevía a levantar la mirada y ver al vampiro sentado frente a ella, después de a ver llorado por unos díez minutos sobre el regazo de Jasper, este la había llevado a unos de los sofás y la había sentado con delicadeza, fue cuando ella entro en razón y se avergonzó sobremanera por su comportamiento y ahora era incapaz de verlo a la cara. Pero es que ella no puedo contener sus emociones al ver a Jasper, fue como si todo los sentimientos que tenía por la ausencia de los vampiros le golpeará de repente, cuando vio a Jasper algo dentro de ella quería, o más bien, nesecitaba confirmar que era real, que él si estaba allí frente a ella, pero ahora que eso estaba aclarado, solo podía sentir pena por haber llorado como Magdalena desconsolada sobre el chico.

-¿Ya te encuentras mejor?

La suave y melodiosa voz de Jasper se escuchó en la estancia, sonaba tan amable que provocaba una tranquilidad abrazadora, Akala sabía que él estaba utilizando su don en ella, lo que no esperaba era que este funcionará, levantó la cabeza y lo miro sorprendida y al parecer no era la única pues Jasper mostraba la misma ración que  ella.

-¿Cómo has hecho eso?

La pregunta había salido en un susurró, que si no fuera por el gran oído del vampiro no la escucharía, Jasper se renconpuso, aún estaba asombrado, pero no lo dejo ver.

-La verdad es que no lo sé a ciencia cierta.

Akala se le quedó viendo, después averiguaría sobre eso.

-De acuerdo. Ummm, yo... Estoy mejor, este... Gracias y, y lo lamento.

La sorpresa volvió a darle paso a la vergüenza, pero está vez no quiso bajar la cabeza.

-No te preocupes. Ahora ¿Puedo saber porque estás aquí?

Akala frunció el ceño al percibir un toque de regañó en la voz de del vampiro eh hizo una mueca.

-Yo debería de preguntar eso. ¿Dónde has estado todo este tiempo? Ni Rosalíe ni Emmett saben nada de tí, ¿Sabes lo angustiada que estaba al no saber nada sobre ti? ¿Cómo es que ahora de la nada estas aquí? Y si volviste ¿Porque carajos no me fuiste a ver?

Akala se había levantado y había empezado a caminar de un lado a otro, haciendo pausas para señalar a Jasper de manera acusadora, no fue hasta que termino de decir todo, que se dió cuenta de su arrebato y se avergonzó más al ver cómo el vampiro la miraba con una media sonrisa de manera burlona, Jasper se levantó y quedó frente a ella.

-Lamento haberla preocupado señorita, le aseguro que esa no era mi intención.

Ella se aclaró la garganta y decidió fingir que no era gran cosa.

-Este... Si, bueno como sea.

Akala empezó a ver a su alrededor, mientras Jasper la contemplaba a detalle, vió como su rostro pasaba de vergonzoso a preocupado y como hacía una mueca al ver cómo se encontraba la casa.

-¿Te vas a quedar? Si te vas a quedar deberías de limpiar un poco.

Jasper no necesito sentir sus emociones para darse cuenta que más que una sugerencia, Akala estaba tratando de saber si él se quedaría, miró alrededor, realmente no tenía planeado arreglar la estancia, después de todo solo volvía allí para cambiarse de ropa o pasar una que otra noche.

-La verdad es que aún no lo he decidido.

Akala no dijo nada, pero asintió un poco triste, no quería que él se fuera, realmente lo había extrañado, pero tampoco podía pedir que se quedara, a diferencia de Rosalíe o Emmett, ella y Jasper no tenian una relación cercana, así que solo hizo un sonido leve para que supiera que lo escucho y luego solo se dirigió a la puerta, Jasper al ver que está se retiraba la siguió y cuando estubieron afuera justo al lado del coche de la chica, Jasper sintió un poco de pánico, no quería que se fuera, así que actuó por impulso y un poco de desesperación. (Aunque sin perder la compostura)

¡Reencarne en Crepúsculo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora