¡Reencarne en Crepúsculo!

Cap:54

Un coche se estacionó frente a la casa de los Cullen y una Akala completamente preocupada y angustiada bajó de este, al bajar frente a ella se encontraba Jasper quien la había llamado, justo destras de Akala se bajó Axel quién había sido el conductor del coche.

-Jass, ¿Como est...?

Ella no pudo terminar la pregunta cuando un fuerte grito de dolor y desesperación se escuchó desde la casa, fue tan desgarrador que el corazón de Akala dió un respingón, esa era la voz de su amiga, sin esperar respuesta de Jasper ella corrió a la casa, Esme fue quien le abrió la puerta con una sonrisa tranquilizadora pero que solo funcionó por una fracción de segundo ya que otro grito se escuchó por toda la estancia, Esme vio el rostro de angustia de la chica y le indicó a dónde tenia que ir, Axel y Jasper venían detrás de ella, la matriarca de la familia si logro saludar cordialmente al hermano de Akala, Axel le regresó el saludo cordialmente y pidió permiso para seguir a su hermana cosa que se le fue dado de inmediato por Esme.

Akala llegó a la segunda plana y siguió al lugar donde se escuchaban los gritos de su amiga, llegó a una habitación que si mal no recuerda era la habitación de Edward, no entendió por qué habían llevado a Becky a ese lugar en específico, pero en ese momento realmente no es como si importara, ella ni siquiera se detuvo a tocar, solo abrió la puerta y entro, lo primero que vio fue a su amiga retorciéndose en una camilla de puro dolor, a Carlisle tratando de tranquilizarla un poco con palabras suaves y Emmett sujetándola con fuerza para que esta no callera de la cama, Rosalie estaba mirando a la chica con un sentimiento de impotencia, mientras Edward estaba en una esquina mirándo todo la escena con arrepentimiento.

-Becky.

Todos los vampiros a la vez voltearon a mirarla, al parecer no se habían dado cuenta de su presencia a pesar de haber escuchado la puerta abrirse no habían prestado atención, a Rosalie y Emmett sales ilumina el rostro aunque se podía ver también un poco de tristeza en sus ojos, a Edward la culpa dentro de él se hizo más grande y Carlisle le regaló una sonrisa de bienvenida, pero en ese momento la mirada de ella estaba enteramente pues en su amiga, sus ojos se cristalizaron al ver a Rebeca sufriendo de ese manera, estaba tan centrada viendo a su amiga que ni cuenta se dio cuando Axel y Jasper llegaron a su lado, su hermano al verla paralizada en el lugar le sujeto la mano y la apretó para que pudiera reaccionar, cosa que funcionó, entonces Carlisle decidió acercarse y hablar.

-Akala, es bueno verte, lamento mucho que sea en esta situación.

Luego miro a Axel a quien no había conocido en persona y le extendió la mano.

-Doctor Dubois un placer al fin conocerlo.

-Iguanmente doctor Cullen.

Dijo Axel aceptando la mano del vampiro, luego su vista viajó a la chica que estaba con en la camilla y pregunto.

-¿Cuál es su estado?

Para ese momento ya se habían acercado a la camilla dónde Emmett sujetaba a la chica, este miro Akala con un poco de temor pero cuando ella lo miro le regaló una leve sonrisa, fué algo que lo tranquilizó, ya que no veía nada de enojo resentimiento en los ojos de ella.

-Esta convirtiéndose en una de nosotros, lamentablemente ya no podemos detener el cambio.

Carlisle hablo con gran pesar, él jamás elegiría ese destino para nadie que tuviera una segundo opción, sin embargo no fue su lección lo que estaba pasando en ese momento, Axel se acercó más a la camilla colocándose a la par de Rebeca, Akala le había explicado como funcionaba el veneno vampírico, sabía que provocaba un gran dolor y ver la manera en la que la amiga de su hermanita se retorcía lo pudo comprobar, coloco su mano en la frente de Rebeca  y luego hizo que fuego de color azul saliera de esta y cubriera poco a poco el cuerpo de la chica, está de más decir que casi todos en la habitación estaban completamente sorprendidos excepto por Akala y Jasper, el resto de los vampiros sabía que Axel también tenía poderes como su hermana, pero no sabían exactamente de qué consistía, pero se asombraron más cuando vieron como al instante los gritos en la habitación cesaron, quedando todo completamente tranquilo.