cap:11

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El lunes había llegado, Akala y Axel se prepararon para iniciar su día, estaban en frente de su casa, Axel estaba subiendo en su carro para empezar a manejar a la reservación, ese día sería su debut como el nuevo médico directo del pequeño hospital Quileute.

-¿Estás segura que no quiero un aventó?

Akala rodo los ojos, era la quinta vez que su hermano le preguntaba eso, Axel estaba preocupado de que ella se perdiera, ya que jamás había asistido a esa escuela y a pesar de que el día anterior en su paseo por el pueblo pasaron frente a la instalación educativa, él sabia perfectamente lo despistada que podía ser su hermana en cuanto a direcciones se trataba.


-Axel hermano, ya te he dicho que estaré bien, no te preocupes tanto y mejor arranca ya o llegarás tarde a tu primer día de trabajo.


Axel suspiro pero asintió y encendió su coche.

-Bien, pero llama si algo pasa, y por los dioses Akala mantén una distancia prudente con los vampiros de ojos dorados.


Ella sonrió de manera inocente y asintió.



-Si, si, ya entendí, ahora vete y tú también cuídate no olvides llamar si algo pasa.


Axel arrancó el coche y se marchó, cuando Akala lo vio salir de la propiedad, volvió al interior de la casa, aún faltaban unos cuarenta minutos para que ella se marchara a la escuela, entro a su habitación para terminar de preparar su cosas,  bajo a la cocina a tomar un poco de agua, cuando faltaban dies minutos tomo las llaves de su coche y su licencia de conducir, al salir y ver su auto sonrió, realmente le gustaba.

Axel arrancó el coche y se marchó, cuando Akala lo vio salir de la propiedad, volvió al interior de la casa, aún faltaban unos cuarenta minutos para que ella se marchara a la escuela, entro a su habitación para terminar de preparar su cosas,  bajo...

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Su nuevo auto había sido otro regalo de su hermano, según él era por su inicio de clases y ella no indagó nada más, se subió acomodando su mochila en el asiento del copiloto, por motivo del clima la capota del auto estaba colocada así no se mojaria con la ligera llovizna, ella arranca y manejó saliendo de la propiedad, estaba disfrutando de manejar su propio auto, además de que el bosque a los lados de la carretera se veía espectacular, Akala llevaba una gran sonrisa en su rostro ella quería llegar a la escuela y poder ver (aunque sea de lejos) a los personajes principales, aunque no soportará a Isabella de los libros y la película, sería interesante verla sin la necesidad de dirigirle la palabra, por suerte para ella los dones vampiricos no funcionaban en ella, así que su mente estaba a salvo del metiche de Edward Cullen.



Treinta minutos después la sonrisa en el rostro de Akala se esfumó, se le había olvidado la dirección de la jodida escuela,  si bien el día anterior la había visitado de lejos con su hermano, la verdad es que no había prestado mucha atención al camino y ahora ese hecho le estaba pasando factura.


-¡Maldita sea! ¿Cómo no puedo encontrar la escuela cuando esté pueblo no es tan grande?


Pasaron otra medida hora y supo que ya se había perdido la primera hora de clase, pero no se iba a rendí, tenía que llegar si o si, no quería que su hermano se burlarse de ella porque él tenía razón, aún así sabía que se llevaría una buena regañada, en su frustración decidió pedir indicaciones, pero como si el universo estuviera en su contra no encontro una solo persona sino veinte minutos después, por suerte una mujer que paseaba a su perro apareció en su campo de visión, al recibir la información ella agradeció con una sonrisa y cuando estuvo lejos de la vista de la mujer, Akala maldijo para sus adentros, resulta que todo ese rata había ido en la dirección contraria a la escuela.


¡Reencarne en Crepúsculo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora