Cap:22

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Cuando Axel llegó al hospital para iniciar su segundo dia laboral, en la entrada de este vio a Sue Cleaware esperando junto a otra joven, antes de salir del coche Axel examinó un poco a la joven, sabía que esa era Leah Cleaware, la hija de Sue y Harry Cleaware, unas de las personas favoritas de su hermana, Axel la miro de arriba abajo y tuvo que reconocer que su hermana tenía razón, Leah Cleaware era una mujer bastante atractiva, era de estatura promedio, su cabello era negro y le llegaba a mitad de la espalda, ojos oscuros, su piel tenía el típico bronceado Quileute, pero de alguna manera Axel pensé que se veía mucho más sobresaliente en la chica, ese día Leah llevaba unos pantalones blancos ajustados y una camisa en color crema, combinados con unas zapatillas deportivas.




Leah estaba de mal humor, su madre la había obligado a tomar ese trabajo, a pesar de su negativa al final no pudo ganarse a su madre, así que se había levantado temprano (gracias a su madre) y se había alistando, cuando estaba desayunando, su hermano menor le deseo suerte y su padre le pidió que se esforzarse, la verdad es que a pesar de todo en el fondo ella estaba un poco emocionada, desde niña siempre le había gustado la enfermería, había dado inicio a sus estudios para ser enfermera, pero después de que su prometido la dejara una semana antes de la boda por su prima, ella había dejado todo de lada por estar metida en su dolor y enojó, Leah suspiro y se giró a ver a su madre.


-Y ¿Cómo es este doctor?


Sue miro a su hija, ambas estaban frente al hospital esperando a que llegara el joven doctor.

-Es un chico un poco serio la verdad, pero también educado, espero que ambos se lleven bien.


Leah solo hizo una mueca, ambas vieron un auto acercarse, después de estacionarse el conductor duro un momento antes de salir,  pero cuando lo hizo Leah lo miro con atención, el chico era alto, de piel blanca, ojos claros, cabello oscuro, era atractivo y tenía un porte dominante que a cualquiera intimidaria, a cualquier menos a ella , para Leah en vez de dominante Axel Dubois se veía arrogante, pero se dijo a ella misma que no podía juzgar un libro por su portada, aunque mantendría su trato con él solo bajo el ámbito profesional. Axel llegó junto a ellas y saludo con educación y profesionalidad.


-Buenas días señora Cleaware.



Sue sonrió y devolvió el saludo.

-Buenas días doctor Dubois, déjeme presentarle a mi hija, Leah, Lean el joven aquí es el doctor Axel Dubois.



Axel y Leah se miraron, ambos con rostros serios, analizando cada detalle en el otro pero de manera discreta, Axel fue el primero en romper el silencio.


-señorita Cleaware, es un placer, espero que podamos trabajar bien.




Leah asintió sin quitarle la mirada de enzima, a pesar de su rostro serio ella tenía que reconocer que Axel Dubois era un hombre muy atractivo, de hecho era una de los atractivos que había visto en su vida.




-No mismo digo, mi madre dice que tiene algunos planes para mejorar el hospital, si es así cuete que lo ayudaré en todo lo que pueda, es gratificante saber que alguien desea sinceramente hacer algo por este lugar y no aprobecharce de los habitantes de la reserva.


Axel vió determinación, pero fue más el tono de advertencia que había en esas palabras lo que llamo su atención, Leah Cleaware le estaba dejando en claro que no se fiaba de él y la verdad no es como que eso le molestará, así que asintió y se despidió de Sue para entrar en la institución, Sue se despidió de su hija, no sin antes advertirle que se portase bien y provocará problemas, Leah solo rodo los ojos y se fue por dónde había entrado Axel. Durante toda la mañana ninguno de los dos se dirigió la palabra si no era para hablar del trabajo que Leah haría, ese día Axel había llevado dos laptops, está habían sido creadas por su hermana, le entrego una a Leah, está lo había mirando de manera interrogante a lo que él le explicó que era para que su trabajo fuera más fácil, también le dijo que podía llevársela a casa y así adelantar la labor.




Sue había llegado a medio día con un almuerzo para los dos y también con la lista de las personas que trabajarían en la remodelación del hospital, Axel le dijo que lo del almuerzo no era necesario, pero Sue tenía sus manera de convencer a cualquiera, después del almuerzo siguieron con el trabajo, miraron las cuentas, hicieron el presupuesto aproximado y encontraron más pruebas de que el viejo doctor malgastaba los subsidios que eran destinadas el hospital. De ves en cuando Axel dejaba a Leah sola para atender algún paciente que llegaba como una leve gripa o alguna cortadura, al llegar la tarde ya tenían preparada la nómina de los trabajadores, por suerte en la lista que les había llevado Sue, las personas colocaron el área de trabajo donde eran útil, pero Axel se había dado cuenta que la mayoría eran hombres y las pocas mujeres que habían solo se apuntaron en el área de la limpieza, así que decido preguntar a Leah.






-Señorita Cleaware, ¿Sebe porque tenemos tan pocas mujeres dispuestas a trabajar?



Leah lo miro y asintió de manera sería.



-El problema es que mi pueblo aun vive en el siglo pasado, la mayoría de las familias están criadas a la antigua, para ellos la mujer se debe quedar en casa mientras el hombre trabaja, claro no todos son así, como se habrá dado cuenta con mi familia.



Axel hizo una mueca,  una vez más se tubo que recordar que no estaba en la ciudad, estaba en un pueblo indígena que vive más por sus costumbres y creencias, y a pesar de que no le agradara lo machistas que podían llegar hacer, él no podía hacer nada, después de todo, eran sus tradiciones.


-Entiendo, bien, la remodelación empezará el lunes, si es posible que se regara la voz sería genial.



Leah asintió pero tenía una duda.



-Tengo una duda.


Ella levantó un papel donde estaba escrito el presupuesto que se necesita para la remodelación y el sueldo que se pagaría a cada persona.


-Como ya vimos el hospital está pasando por un mal momento financiero, ¿Cómo haremos para costiar todo esto?



-No se preocupe por eso, ya todo está cubierto.



Leah lo miro incrédula y esperando a que él continuará explicando, pero Axel solo se dió la vuelta para seguir con su labor, ella solo resopló y murmuró por lo bajo lo arrogante que era. Eran al rededor de las 8 de la noche cuando terminaron sus labores, Axel la había mandado a su casa y se había quedado en una reunión con los otros médicos, aún tenían cosas que discutir, Leah no protesto y se fue del hospital, estaba cansada, había trabajado el día entero, a mitad de camino Leah se había dado cuenta de algo, a pesar de que fue un día un tanto movido, se dió cuenta que no había llorado, ese día no había pensado en Sam o Emily, estaba tan metida en su trabajo y en pensar que el joven doctor era muy arrogante como para sumergirse en la tristeza, por primera vez en casi un año tuvo un día relativamente agradable, si no contaba al doctor arrogante.

Una leve sonrisa apareció en su rostro y miro el cielo, esa noche estaba un poco despejado y algunas estrellas se podían ver, suspiro con tranquilidad y siguió su camino a casa de buen humor.  Por otro lado después de la reunión Axel se había marchado a casa, Leah Cleaware había hecho un buen trabajo, ella era buena con los números y también inteligente, sabía acatar las órdenes, aunque para él no paso desapercibido su rostro ceñudo cada que él le daba una orden, además de que la había oído susurrar que él era un arrogante, Axel sonrió, Leah era una persona interesante, regularmente las mujeres trataban de coquetear con él, pero para ella el solo era doctor arrogante.




¡Reencarne en Crepúsculo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora