Cap: 26

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Akala le mostró la casa a Rosalíe y Emmett, hablaron de varias cosas y rieron con cada broma que Emmett hacia, después de un rato de conversación ella los llevo al balcón del segundo piso, les pidió que esperasen en lo que ella buscaba el almuerzo, los vampiros asintieron con una sonrisa, pero una vez que Akala se fue se miraron con preocupación, anteriormente ellos habían hablado de eso, y aunque era algo desagradable, llegaron a la conclusión de que intentarian comer un poco de lo que ella les ofreciera.




-Esto va hacer algo desagradable, pero no creo tener las fuerzas para negarme a probar su comida cundo ella se ve tan entusiasmada.


Emmett solto un suspiro de resignación, Rosalie estubo de acuerdo con él, ella tampoco tenía la fuerza para negarle algo a la Akala, así que haría un esfuerzo y comería un poco de su comida, aunque después tenga que vomitar todo en el baño. Escucharon los pasos de Akala acercarse, ella venía con una enorme sonrisa en los labios,  y coloco frente a ellas la lasaña, de inmediato ella volvió a la cancina en busca de los otros platos y bebidas, los vampiros en la mesa habían dejado de respirar, pues el olor de la comida humana era algo desagradable para ellos,  la lasaña frente a ellos se veía deliciosa a sus ojos, pero de solo imaginar el sabor peculiar que la comida tenía para ellos hicieron una mueca, Emmett dio un suspiro de resignación, algo innecesario para él, pero esto sirvió para que el olor de la lasaña llegará a sus fosas nasales haciendo que sus ojos se abrieran de la sorpresa.


-Rosalie, esto... Esto huele delicioso.


Rosalíe lo miro extrañada y de manera incrédulo  dió un suspiro y capto el olor de la lasaña comprobando por ella misma que Emmett tenía razón.

-Esto es imposible...

Rosalie quiso decir algo más pero justo Akala volvió con una enorme bandeja donde traía varios platillos más y unas bebidas, Emmett al verla caminar con un poco de dificultad por la grande y cargada que estaba la bandeja, se levantó de inmediato a para ayudarla, olfateo un poco y comprobó que toda la comida olía deliciosa, una vez todo acomodado ellos tomaron asiento.


-Espero les guste, la verdad es que no soy muy buena en la cocina y si soy sincera no es uno de mis actos favoritas, pero hoy quise cocinar para ustedes, así que espero les guste.






Rosalíe miro todo la comida delante de ella, con un tenedor ella tomo un poco de la ensalada de pollo, con un poco de duda se llevó la cuchara a la boca, Emmett y Akala la miraban atentamente, Akala quería ver si su experimento había funcionado y Emmett queri ver la reacción de su esposa al ingerir comida humana,  Rosalíe mastico y saboreo la comida en su boca, ella cerró los ojos, hace demaciado tiempo no sentía otro sabor más que la de la ponzoña y la sangre animal, esto era otro nivel, podía sentir cada ingrediente en la ensalada, el pollo se deshacía en su boca, era como si sus pupilas gustativas se despertaran de un periodo indefinido de invernación, ella trago  y abrió sus ojos lentamente.



-Esto está delicioso.


Ella lo dijo en un susurró aún anonada por la experiencia,  Akala sonrió y Emmett se apresuró a tomar una porción de la lasaña, al probarla paso lo mismo que con Rosalíe, sin decir nada este empezó a comer hasta acabarse la mitad de todo la lasaña, Rosalíe probó los otros platillos y la bebida, mientras que Akala los con una sonrisa mientras tomaba pequeños bocados, noto cada gesto que hacían los vampiros al comedor, como cerraban los ojos, como soltaban suspiros de satisfacción, Akala no podía estar más feliz, también noto que a pesar de comer y comer en ningún momento ellos perdieron la elegancia que los caracterizaba al ser vampiros. Cuando Rosalíe se sintió satisfecha la miro con una sonrisa.



¡Reencarne en Crepúsculo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora