CAPÍTULO 5

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LOGAN

Desde que Christian se marchó de la oficina de Nicki, siento como si la atmósfera hubiera cambiado de manera palpable. La tensión entre nosotros parece palpitar en el aire, cargada de una electricidad que me resulta imposible de ignorar.

Sé que me estuvo observando mientras revisaba los documentos. Cuando me pongo de pie, la estudio detenidamente. Lentamente, me acerco hacia donde está ella de pie al costado de su escritorio. Retrocede, pero sus oscuros y penetrantes ojos no dejan de seguirme, mostrando una mezcla de desafío y curiosidad que me intriga.

El sonido de su respiración resuena en la habitación, llenando el espacio entre nosotros con una sensación de anticipación. Me detengo a pocos pasos de distancia, sintiendo la intensidad de su mirada sobre mí.

—¿Qué pasa, Nicki? —mi voz suena más suave de lo que esperaba, cargada de una extraña mezcla de confusión y deseo. Levanto una ceja en un gesto de curiosidad, mi cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante en un intento de acercamiento. —¿Te he dejado sin palabras, o el ratón te comió la lengua?

Ella traga saliva, su mirada titubeante revela un atisbo de vulnerabilidad que me resulta sorprendente. Sin embargo, su determinación sigue brillando en sus ojos, desafiándome a cada paso. Sus manos se aferran a la carpeta que sostiene con fuerza, sus dedos apretándose ligeramente en un gesto de tensión contenida.

—No me has dejado sin palabras, Bauer. Solo me has dejado preguntándome por qué insistes en hacer de todo esto un juego —su tono es firme, pero puedo percibir un ligero temblor en su voz. Sus hombros se enderezan con determinación, un intento de mantener su compostura en medio de la tensión creciente entre nosotros.

Sonrío con suficiencia, consciente del impacto que mi cercanía está teniendo en ella. La tensión entre nosotros es palpable, una corriente eléctrica que parece arder con cada mirada, cada palabra. Mis labios se curvan en una sonrisa desafiante, mis ojos brillando con una chispa de diversión.

—Porque la vida es un juego, Nicki. Y yo siempre juego para ganar —respondo, dejando que mi voz se llene de un desafío apenas contenido. Mis manos se abren ligeramente a los costados, un gesto de confianza y determinación mientras mantengo mi mirada fija en la suya.

Levanto mi mano, acercando mi pulgar a su mejilla izquierda cerca de sus ojos. La respiración de Nicki se detiene al sentir mi tacto en su piel.

—¿Qué... qué estás haciendo? ¿Por qué me tocas?

«Ver si tu piel es tan suave como parece».

—Tenías una pestaña justo... ahí. —digo alejando mis dedos y mostrándole su pestaña.

Con indiferencia, me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta, dejando atrás la habitación cargada de tensión. La conferencia de prensa está a punto de comenzar, y tengo un papel que interpretar.

Salgo de la oficina de Nicki con la sensación de que he dejado una marca indeleble en su mente. Camino por los pasillos del paddock con paso firme, consciente de las miradas curiosas que se posan en mí. Siempre he sido el centro de atención, y no puedo evitar disfrutarlo.

Mientras me dirijo hacia el box de Aether, donde Christian me espera para prepararnos para la conferencia de prensa, mi mente vuelve a Nicki. Su mirada desafiante, su voz firme pero temblorosa, todo en ella me intriga de una manera que no puedo explicar.

Christian me saluda con una sonrisa cuando llego al box, pero su expresión cambia rápidamente cuando me ve.

—¿Qué te pasa? —pregunta, frunciendo el ceño con preocupación.

Curvas Peligrosas [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora