•·.·"¿Y si lo intentamos?"·.·•

| 14 |

.Narrador.

Por si se lo preguntan, todos los amigos de los chicos ni se sorprendieron, algunos lo habían notado, otros lo suponían, y algunos hasta ya sabían. Ellos nunca habían sido disimulados con sus miradas, podrían no notar cuánto se amaban al punto de gustarse, pero sabían que muy en el fondo apreciaban al otro más que a nadie. Y cuando los emparejaban se ponían muy nerviosos.

Faltaba un día para la velada y todo estaban muy ansiosa y emocionados, debían dormirse temprano, para al otro día poder prepararse. Pero como siempre, nuestros protagonistas se quedaron despiertos hasta tarde...

- Tenemos que dormir...- Susurró el más alto admirando su belleza.

- Ya sé...- Se rieron un poco y siguieron viéndose el uno al otro, lo que no sabían era que alguien los espiaba.

Robleis estaba muy celoso con todo esto, siempre había estado un poco enamorado de él castaño, con un cuerpo tan poco musculoso y un trasero exageradamente grande, una estatura perfecta, unos ojos hermosos y unos labios tan regordetes que te daban ganas de comerle la boca. Y verlo ahí con Iván, enamorados como una parejita de adolescentes, le repugnaba.

No iba a dejar esto así...

De pronto vió como el más alto agarró de la cintura a Rodrigo y lo juntó hacia a él, comenzando a besarse.

La escena en sí le pareció asquerosa pero Rodrigo estaba tan rojo, agitado y con los ojitos cerrados...él quisiera tenerlo así.

En un momento sintió que esto era más privado, el más bajo fue subido a la mesada y se separó del beso.

- I-Iván, puede venir cualquiera...-

- Deben estar todos en una.-

No les importó y se volvieron a besar, la mano de Iván se fue deslizando por dentro de la camisa del bajo, acariciando, dejando un poco del abdomen tan perfecto de Rodrigo, a la vista de robleis, así como podía escuchar unos jadeos de Rodrigo y ver sus lindas cejas fruncidas.

Finalmente Tomás se fue, dejando una sola frase en su mente. Vas a ser mío Rodrigo. Al menos una noche.