Tanto Pedro como Najwa estaban a nada de regresar a grabar para la cuarta temporada de "La Casa de Papel" y regresando de sus pequeñas vacaciones en la playa decidieron quedarse en casa y hacer planes bastante tranquilos.
A Pedro le preocupaban las jornadas laborales porque sabía que solían ser muy intensas y Najwa, grabando la escena de la bicicleta para el oasis terminó en el hospital porque se exigió de más. La ventaja del personaje que su novia interpretaba, era que también estaba embarazada y que no tenía escenas de acción.
El doctor les había dicho que todo estaba muy bien con el bebé, lo único que Najwa tenía que hacer era no hacer mucho esfuerzo, pues por su edad tenía que tener mucho cuidado.
Hablaron con los productores de la serie para ver cómo le harían con las grabaciones de Najwa y acordaron que no se le exigiría mucho por su estado. Además, estaban contentos porque gracias al show que montaron en la alfombra roja atrajeron más atención hacia el proyecto.
Ambos siempre fueron muy privados con sus vidas, pero como le había dicho a su ahora pareja, había cosas que quería gritarle al mundo, que todos vieran y eso era que estaba enamorado de Najwa Nimri. Se mostraban públicamente tomados de la mano, besandose, dándose abrazos, caminando, en sus carros, restaurantes, todos lados.
Desde que anunciaron que se convertirían en padres obtuvieron muchos titulares en varios lados. Lo que Pedro había observado es que cuando a Najwa se le empezó a notar más el embarazo, salía a la calle con ropa más grande y siempre estaba con una mano sobre su vientre, pero no comentó nada, solo calló.
A diferencia de él, Najwa tenía mucho miedo de estarse equivocando con respecto a todo lo que estaban haciendo, pues jamás se había mostrado públicamente con alguien hasta ese momento. Pedro era alguien que la hizo perder la cabeza por amor, estaba dispuesta a todo por él.
Sabía que su embarazo no sería fácil, no tenía la edad de cuando estuvo embarazada de Teo, pero era una mujer sana y el doctor le había dicho que el bebé se estaba desarrollando muy bien. Amaba a ese ser que crecía dentro de ella de la misma manera que a Teo, eran su motor para la vida.
Cuando cayó al hospital por primera vez, tuvo mucho miedo de perderlo y se sintió mal al haberlo puesto en riesgo exigiendose de más por una escena. Desde esa vez el miedo de que algo le pasara a su bebé no la dejaba tranquila.
Estaba sola en casa viendo televisión esperando que Pedro regresara de comprarle sus vitaminas porque ya se habían terminado y que Teo llegara de la escuela. Lo más probable era que su novio regresara antes, pues a Teo aún le faltaban unas horas para salir.
Lo que estaba viendo en la televisión no estaba muy interesante que el sueño comenzó a vencerla, justo cuando se está a quedando dormida se sobre exaltó cuando sintió un movimiento dentro de ella. Sabía lo que significaba, ya lo había experimentado una vez hace muchos años, por lo que era una sensación muy extraña.
— Estás pateando — habló con dulzura a su vientre mientras ponía su mano en el lugar de donde provenían las patadas — tu padre va a enloquecer cuando sepa
Después de eso se dedicó a hablar con su bebé y a sentir sus patadas como si fueran la cosa más maravillosa del mundo.
Pedro llegó a casa y la imagen de ella hablando con él bebé, lo derritió de ternura. Ella era lo que había estado buscando toda su vida, lo que quería y necesitaba.
— Hola
— Que bueno que llegas, ven aquí — palmeo un lugar en la cama al lado de ella
— ¿Me extrañaste?
— No, pero estaba aburrida
— Hubieras ido conmigo
— Me duelen los pies, los tengo hinchados, ¿Puedes darme un masaje? — sonrió
— Claro, lo que pida mi guapa mujer — se colocó al final de la cama y tomó los pies de Najwa
— Espera, espera, tengo que decirte algo
— ¿Qué pasó?
— Dame tu mano — extendió la mano para que Pedro la tomara — dámela
Tomó la mano de Pedro levantó su playera y colocó la mano de su novio donde el bebé estaba pateando. Notó como se sorprendió ante el repentino movimiento y la miró, ella solo movió la cabeza indicando que si.
— Empezó a patear cuando no estabas
— Najwa, esto es maravilloso — todo parecía nuevo y emocionante, estaban viviendo en un mundo de maravilla — estoy enamorado de ti y de nuestro bebé. ¿No te duele? — preguntó cuando sintió otra patada
— No, pero empezará a doler más adelante, cuando empiece a agarrarle gusto a patear mis costillas
— Quiero que se parezca a ti
— Yo también. Vanga, dame un beso — recibió un beso de Pedro — ¿No crees que es raro que aún no hayamos comprado absolutamente nada para el bebé?
— Creeme que me estoy muriendo por comprar todo
Él le había ofrecido a Najwa empezar a comprar unas cosas de colores básicos, porque aún no sabían el sexo del bebé, pero ella se había negado. La mujer no estaba muy segura del por qué no quería comprar nada, solo quería enfocarse en qué todo estuviera bien con su bebé. Pues desde que estuvo internada el miedo de perderlo no la dejaba en paz.
— Ya pronto compraremos algo
— Quiero saber que vamos a tener, si va a ser una niña o un niño
— ¿Qué quieres tú?
— Una niña
— Yo también, pero en realidad lo único que me importa es que esté sano y bueno... Tú sabes
— Lo sé — besó su vientre — te amo bebé, ya quiero conocerte
— Ya no le hables que seguirá pateando, mejor dame mi masaje en los pies por favor
— Tu madre ya nos regañó, no quiere compartirte conmigo y eso que solo te estoy tocando, pero trata de dormir, tengo que sobarle los pies a tu madre — se levantó de dónde estaba y empezó a masajear los pies de Najwa
— Joder, gracias. ¿No crees que está muy grande? — señaló su vientre
— No, te ves guapísima
— ¿No me compraste nada?
— Donas
— Ve a traerlas, por favor — hizo un puchero. Se sentía agotada y mal que no quería moverse de la cama, solo deseaba que se le pasara
Pedro fue por las donas y se las dio, se acostó a su lado, vio su teléfono y la abrazó mientras veían una película. Teo entró a la habitación de su madre con una bolsa de regalo.
— He llegado
— ¿Cómo te fue?
— Estupendo. Pasé a comprar algo — alzó la bolsa y se acercó a la cama — me dí cuenta que si no fuera por tu barriga, no sabríamos que va a existir un bebé muy pronto en esta casa, así que decidí comprarle su primer regalo — su madre comenzó a llorar — vamos, no llores — se subió a la cama y abrazó a Najwa con cuidado
— Son las malditas hormonas y el hecho de que mejor tú qué yo, le compraste algo a tu hermana o hermano
— Quiero una hermana. Compré unos cuadros para su habitación. Ya busquen nombres o algo, empiecen
— Gracias por el regalo Teo
— No es nada Pedro, pero has que mi mamá compre algo
— Gracias hijo — lo abrazó y le dió un beso en la mejilla
Estaban viviendo un mundo de maravilla en el que creían vivirán para siempre, pero ¿Qué tanto es el para siempre? ¿Cuánto dura? ¿Alguien lo ha experimentado?.
Perdón por el atraso y en serio disfruten los capítulos..
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The Great War
Fanfiction"Cruzaría la línea, perdería mi tiempo, perdería la cabeza, pero no me culpes, el amor me enloqueció"