Después de tanto negarse a terminar su relación con Najwa, finalmente Pedro aceptó porque sabía que la mujer tenía un punto en el hecho de que ambos estaban sumergidos en su propio dolor. Necesitaban sanar individualmente, no podían seguir juntos porque se estaban destruyendo a si mismos y también al otro en el proceso.
No hubo una despedida, él salió por la puerta con sus cosas y ella lo vio desde la habitación de Teo.
Los primeros días fueron una completa tortura para ambos. Se extrañaban, pero ninguno buscó al otro, hasta que Najwa tuvo que romper lo que había dicho y llamarlo cuando encontró ropa de él.
Najwa le envío un mensaje diciéndole que había olvidado cosas y que se las entregaría en el Starbucks donde se juntaron la primera vez, lejos de las cámaras.
— Hola — saludó Pedro a la mujer que se encontraba sentada con dos cafés
— Hola. Lo pedí como te gusta — señaló el café
— Aquí estamos de vuelta en el Starbucks más lejano de la civilización — bromeó — como en los viejos tiempos, nuestra época dorada. Luces hermosa como siempre, desearía haberme vestido un poco mejor
— Ni lo intentes, no podemos volver, lo sabes
— Gracias por todo Najwa
— Nadie dijo que duraría para siempre, pero eso no significa que no haya intentado que llegaramos ahí. Jamás me pasó por la cabeza que moriríamos
— Cuando te conocí fue como si me dieras más vida, una bocanada de aire, pero desde que esto acabó todo ha sido más difícil
— Me enamoré, nada fue mentira, jamás lo dudes, solo que todo fue muy rápido, de verdad siento mucho que las cosas terminaran así
— Naj, te amo y respeto tu decisión de separarnos, aunque me está doliendo demasiado. Solo te pido que recuerdes todo lo que vivimos
— Escúchame bien, jamás me voy a olvidar de todo lo que pasamos, fue maravilloso encontrarte y vivir todo lo que vivimos, pero estamos mejor así, créeme. Yo nunca pensé amar a alguien con tanta intensidad como lo lo hice contigo, así que gracias por lo bueno y lo malo
— ¿Entonces es todo? ¿Se acabó?
— Me temo que sí. Con respecto a las cenizas de Cass, he decidido y espero que estés de acuerdo en que lo mejor es que las dejemos en un nicho para que ambos podamos ir a verla las veces qué queramos hacerlo
— Es perfecto, porque no creo que me dejes entrar en tu casa
— Lo haría, pero no sería bueno para lo que siento... Sentimos
— ¿Puedo acompañarte cuándo lleves las cenizas de Cass?
— Claro, también es... Era tu hija. Te enviaré un mensaje o te llamaré para ponernos de acuerdo con eso — le dio un sorbo a su café — justo ahora, no tengo cabeza para eso. Lo único que quiero es a Teo en casa conmigo, como siempre. Me hace mucha falta
Ella tenía a su hijo, pero él no tenía a nadie, nuevamente estaría solo en su hogar dado que Uriel estudiaba fuera. Esperaba de todo corazón que la presencia de Teo, ayudara a Najwa a superar su duelo. Él se daría el tiempo de vivir su duelo, sin reprimir ninguna emoción. Odiaba tener que separarse de ella, pero tal vez Najwa tenía razón y era lo mejor para ambos. Por fin podría quebrarse.
— Supongo que es todo
— Sí — solo asintió y bajó la mirada, no quería verlo — sin arrepentimientos — miró a Pedro a los ojos y solo vio dolor, dolor que ella prefirió no notar porque sentía que no era importante — nos vemos el lunes
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The Great War
Fanfiction"Cruzaría la línea, perdería mi tiempo, perdería la cabeza, pero no me culpes, el amor me enloqueció"