Prometí Casarme con el Hechicero Más Fuerte (SukunaxGojo-Bl)

7-¿Sabías que esa maldición es tu madre?

7-¿Sabías que esa maldición es tu madre?

[Sukuna Ryōmen busca el paradero de Kenjaku quien se llevó a su prometido, su objetivo es sacarlo de su prisión y luego de la boda volver a meterlo.
Por otro lado, el grupo en Jujutsu Tech busca de igual manera a su sensei].

Jujutsu:

Con forme pasaban los días la prologa se iba acercando a su vencimiento, el equipo decidió poner manos a la obra y buscar a Kenjaku.

Se dividieron por grupos: Maki junto a Yuta, Megumi no podía ir ya que se desató un gran revuelo dentro del clan y tuvo que correr de nuevo a la residencia a apagar el incendio, y Tōdo fue de mala gana con Chōso quien iba con peor voluntad. Por su parte Itadori sonrió encantado cuando lo emparejaron con el tipo genial de traje.

«Me recuerda tanto al señor Nanamin», pensaba con frecuencia Itadori.

—Genial —soltó para levantar la mano y darle una fuerte palmada en la espalda al tipo quien lo vio de reojo —. Oh, lo siento. Espacio personal, lo sé, lo sé.

Higuruma se ha vuelto relativamente cercano a este muchacho, es muy interesante en todos los aspectos.
Todos se preguntan cómo alguien tan puro y de alma blanca puede ser engendró de una maldición, aunque ese asunto no se encuentra aún resuelto. Nadie sabe exactamente cómo y en qué términos Itadori Yūji es “engendro” de una maldición. Las suposiciones de la doctora Shoko son las más acertadas, simplemente Itadori es una especie de experimente por parte de su madre y ahora se puede considerar más un objeto maldito que un humano.

Estás suposiciones sobre él tuvieron incómodo a Itadori un tiempo, hasta que lo aceptó, lo importante es que nadie lo dejó de apoyar luego de saberlo.

Itadori siguió al sujeto genial de cerca, hoy ambos vistieron con los mismos colores: negro. Desde que conoció a Higuruma tiene la necesidad por imitarlo en algunos aspectos, quizás extraña demasiado a su difunto sensei Nanami Kento y no quiere perder también a este.

Ambos se hallaron en medio de una fábrica abandonada, no lo estaba hace unos días, pero allí se concentró un aura la cual corroe el lugar y lo vuelve tan tenebroso.

—Vigila aquí —ordenó el mayor, sintió una presencia peligrosa y se dirigió hacia ella déjanos a Itadori en el “lugar seguro”.

—Fue muy fácil separarlos. Es un idiota.

Ante Itadori un tipo con su mismo rostro le sonrió, pero este parece ser un doble maligno, lo sabe por su aura a muerte y sed enorme de pelea.

—¿Quién eres tú? —Saltó hacia atrás Itadori —. ¿Y por qué tienes mi rostro?

«Al menos el Señor Hiromi no está aquí para que puedan hacerle daño», entonces él mismo se encargará de este doble.

La criatura caminó a su alrededor como un depredador, los ojos rojos agresivos se cruzaron con los castaños feroces.

—Tranquilo, chico —habló, su voz profunda y rasposa —. No voy a lástimarte. Ambos buscamos lo mismo, una caja, ¿verdad?

—¡La prisión confinadora! ¿Sabes dónde está? —Itadori se desesperó —. Tú... ¿Te llevaste a mi profesor?

Sukuna se burló un poco de este muchacho, le resulta gracioso en varios aspectos, también debe admitir que sus rostros se parecen demasiado.

—¡Basta! —ordenó —. ¡El gran Sukuna Ryōmen te ofrece su ayuda y tu no lo aprecias? ¿En cambio te atreves a emboscarme? —los ojos rojos destellaron y se movió de su lugar antes que el ataque impacte.