10-Tu esposo pide un mejor trato

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10-Tu esposo pide un mejor trato.

[Sukuna Ryōmen a conseguido dominio total sobre el hechicero Satoru Gojo obligandolo a desposarlo].


Frente a los padres ambos se agacharon en una acción muy rígida, solo se doblaron sin ninguna alteración en sus caras, ambos de manera mecánica y sin dirigirse una sola palabra.

El sacerdote quien llevaba su libro y una túnica negra los miró preocupado, como un hombre de 80 años es reservado y chapado a la antigua, le dio un poco de asco casar a dos hombres pero valora más su vida que sus valores. Solo se calló y fingió tranquilidad, también escuchó la amenaza del ser maligno con decapitar a todos los presentes si el hombre albino no aceptaba, en su corazón le dio profundamente las gracias a este hombre.

—Las reverencias el uno con el otro —pidió el sacerdote.

Los dos hombres se pusieron uno enfrente del otro y se vieron fijamente un momento, el aire se sintió filoso y pesado.

En un rápido movimiento el hombre albino fue quien se agachó primero, tal vez no soportó la sonrisa que Sukuna le lanzó y quería dejar de verlo o haría una estupidez.

Luego Sukuna siguió el ejemplo e hizo la reverencia.

—Ahora —Tosió para llamar la atención de los dos hombres el sacerdote, según el libro que Sukuna entregó acerca de una ceremonia en la familia Ryōmen ahora debían juntar su sangre —. Sus manos —pidió extendiendo un cuchillo.

Satoru Gojo quien parecía muy curioso con todo aquello dio su palma sin pensarlo y vio con atención que haría el sacerdote, el viejo cortó un trazo en diagonal y luego en la mano de Sukuna también.

—Damela —ordenó Sukuna.

Satoru no entendió muy bien y se quedó viendo confundido, él no recordaba que las bodas fueran así. Sukuna molesto le agarró la mano herida y las juntó en un fuerte apretón.

—Yo, Ryōmen Sukuna, con todas estas personas de testigos, te tomo como mi... esposo —juró —, a ti Satoru del clan Gojo.

Satoru de pronto comprendió, en la antigüedad cada clan tenía sus propias tradiciones, unas más extremas que otras. Al parecer el clan del hechicero maligno tenía la costumbre de hacer promesas de sangre y juramentos inquebrantables, así se hacían las bodas antes. Sukuna no prometió mucho, normalmente esto demostraba la devoción y amor en los votos inquebrantables ante su pareja, pero él solo lo tomó como esposo, sin jurar lealtad o fidelidad.

«¿También debo hacerlo?», sus palabras tendrían una gran repercusión aunque si lo piensa bien quien peor sale en esta situación es el mismo Sukuna, ¿por qué haría algo tan extremo que lo afecta más a él mismo? A Satoru le pareció muy incomprensible, este tipo solo puede estar loco.

Satoru sintió un dolor en su herida, fue Sukuna quien le clavó un dedo directamente en la carne expuesta para llamar su atención, “dilo” amenazó con sus ojos.

Gojo pensó un poco sus votos, jamás se le pasó por la cabeza que un día se casaría.

—Yo, Satoru del clan Gojo, heredero y hechicero más fuerte de la actualidad y posiblemente de toda la historia, el portador de los seis ojos de mi linaje, el orgullo de mi clan y mis alumnos, te tomo como mi esposa a ti, Ryōmen Sukuna—juró Gojo con gran seriedad, sintió como ese dedo se hundió más en si herida.

Sukuna lo miró con odio, no les gustaron sus palabras y Satoru lo sabe, pero solo dijo la verdad, ¿por qué se enfada tanto?

—Esposo —dijo Sukuna.

Prometí Casarme con el Hechicero Más Fuerte (SukunaxGojo-Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora