No sé por qué Celine insistió en ir a darle unos pendientes a Amelia, digo, ella debe estar conmigo, cualquier otro sirviente pudo haberlo hecho, incluso yo, sin embargo, no tardó mucho tiempo, su ropa y cabello seguían igual, lo que por algún motivo me hizo sentir más tranquila.
No obstante, el resto del día estuvo rara, a veces se descuidaba y sonreía con los ojos brillantes, pero cuando descubría que la observaba, su mirada se entristecía. A pesar de que soy superior en rango, ¿Por qué tengo miedo de preguntar si sucedió algo más?
Pero en la noche, Amelia volvió a ser cariñosa conmigo y todos los malos pensamientos se alejaron.
La semana siguiente, mis padres llegaron al palacio y a pesar de que estaban bajo el mismo techo, por etiqueta debo esperar hasta la cena para verlos junto a la emperatriz.
Amelia dijo que no me preocupara por los modales, que eran mi familia, que me sería bueno verlos y conversar. Pero después de todo soy la emperatriz consorte y no debo olvidar q hay muchos ojos que me observan y buscan el mínimo error.
Por lo tanto, pasé todo el día supervisando la preparación de la cena y la decoración.
—Mi señora, debe tomar un baño y cambiar su ropa para la cena. —Dijo Celine.
—¿Ya es tiempo? Bien, vamos.
Me prepararon de forma elegante y presumía de las joyas que Amelia me ha obsequiado, ya que esta noche es especial, utilizo un perfume extranjero que recibí como regalo de bodas de un noble.
De esa forma, fui a la gran mesa y me crucé con mi esposa de camino, así que entramos juntas, yo detrás de ella.
Tomamos asiento y permanecí en silencio. Mi padre se veía satisfecho.
—Buenas noches, es de mi agrado poder recibirlos, su visita siempre será bienvenida. —Dijo Amelia.
—Su Majestad, es un placer estar ante su presencia, queríamos felicitarla por su embarazo, esperamos que el siguiente heredero nazca saludable, nuestra hija está capacitada para ayudarla en la crianza.
Ya veo a donde veo el objetivo de la visita. Tomé un trago de la bebida, es claro que quiere asegurarse de quién asumirá el papel de criar a los hijos de la emperatriz.
—Oh querido. —Mi madre interfirió—. La emperatriz no ha dicho que será Claire, nuestra hija sólo debe evitar ser una molestia.
Amelía tomó mi mano sobre la mesa.
—No se preocupen, mi esposa será la segunda madre de este hijo. —Luego de que Amelia lo dijo, no pude evitar sonreír—. El primero debe ser de ella para fortalecer el matrimonio, sin embargo los restantes dependerán de su comportamiento.
¿A qué se refiere? La miré con confusión.
—Entonces le será mejor rezar para que el que esté en el vientre sea un niño, de lo contrario podría ser complicado para ustedes coronar a otra princesa. Sin importar lo que sea, el primero o primera será mi sucesor, espero que no se opongan tal como lo hicieron conmigo.
Eso no es lo que ella acordó, pero tampoco creo que me haya mentido... ¿Acaso está jugando con mis padres? Estoy segura de que me dijo que todos sus hijos estarían bajo mi cuidado. Después de todo, Amelia es la emperatriz y mi padre es un hombre con poder que no estuvo de acuerdo con su coronación. ¿Se burla de él? No aceptó la coronación de Amelia por ser mujer, ¿Apoyaría una segunda coronación de una mujer si se tratara de su nieta política?
Reí incómodamente para calmar el ambiente y miré a Amelía. —Emperatriz, no debe confiar en otras damas, míreme sólo a mí ¿A quien más podría confiarle tanta responsabilidad? Si yo soy la única que la cuida durante las noches.
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Esposa de la emperatriz
RomanceHistoria Lésbica medieval. Tras la muerte de su padre y acabar con la vida de su hermano, Amelia asciende al trono y se ve obligada a casarse con la única hija de una familia influyente en el imperio para mantener el equilibrio de poder. Claire se d...