Esposa de la emperatriz

Capítulo 3: Claire no debió beber tanto

Al despertarme al día siguiente, sentí un intenso malestar.

—Pueden entrar. —Dije.

Entraron las sirvientas y entre ellas, estaba Celine.

—Mi señorita, he traído medicina, su Majestad la trajo personalmente ayer, usted estaba ebria, así que esto puede ayudarla.

—... ¿Me embriagué frente a su majestad? ¿Hice algo indebido?

Tomé la medicina rápidamente y regresé el recipiente en la bandeja.

—Yo no lo sé realmente... —Celine se detuvo a pensar—.  Pero cuando regresó, estuvo llamando el nombre de su anterior prometido hasta que se durmió...

—Entiendo. Bueno, quiero tomar un baño y vestirme para realizar los saludos.

—De hecho, es muy tarde para los saludos, su majestad pidió que no la despertáramos.

—.... Entonces luego de arreglarme iré a saludar a la emperatriz madre y le pregunté si necesita ayuda con los preparativos de mi boda.

—De acuerdo, por otro lado, su padre se encuentra en el consejo de la emperatriz, quizás debería hablar con él antes de estar con su suegra.

—Tienes razón.

Seguí el consejo de Celine y fuimos a esperar en un pasillo afuera del consejo, salieron todos y cuando mi padre me vio, se acercó a mí.

—Es bueno verte, espero que no tengas problemas en estos días. —Me dijo fríamente.

La emperatriz también salió y sonrió al verme, pero siguió su camino. Asentí hacia mí padre.

—Mis primeros días en el palacio han sido pacíficos, la emperatriz no me presiona a estar con ella, es amable.

—¿Acaso no fuiste criada bien? Eres mi hija mayor y tu única obligación es darnos poder, no se trata de sólo una boda, debes ganarte el corazón de ella para que nunca se atreva a traicionarte.

—Seremos amigas. Así no nos traicionará.

—Eres tonta, la única forma en que podremos controlarla es que la mantengas en tus manos, debes ser la persona que más ame, la única mujer en su cama todas las noches, no te casaré para que seas su amiga, no pierdas tiempo.

—... De acuerdo, fue un placer verte nuevamente, saluda a mi madre.

Sólo quería saludarlo y tener una conversación tranquila, no debí haber venido a perder el tiempo y recibir órdenes, parece que se le olvida que soy su hija, no su subordinada.

—También me agrada saber que estás bien, tengo que atender unos asuntos así que me iré. Nos veremos de nuevo en tu boda.

Me despedí de él y Celine se acercó cuando volví a estar sola.

—¿Sucede algo? No se ve bien.

¿Cómo podría sentirme bien si ella está involucrada en la muerte del hombre que más amé y ahora debo entregarle mi cuerpo y mi alma? Si sólo me la topaba de vez en cuando, podría seguir una vida tranquila, supongo que mi padre no es el único que olvida cosas. Olvidé que soy la moneda de intercambio entre la nobleza y la familia imperial.

—Tendré que ser la mujer favorita de la emperatriz, y no solamente eso, debo ser su única mujer.

—¿Eso es posible? Dudo mucho que pueda

—Fui criada para que cualquiera que estuviera en el trono me adore. No es imposible, sólo espera y verás.

Así que fui a los aposentos de la madre emperatriz lista para empezar mi plan, me dijeron que se encontraba en el salón de eventos así que fui a buscarla.