Esposa de la emperatriz

Capítulo 10: Amelia encuentra a su primer amor

—¿Claire hizo qué?

Me encontraba leyendo unos cuantos informes cuando un asistente me informó que Claire hacía una fiesta de té con... ¿Las de mi harén? ¿No le preocupaba demasiado su imagen? Esto no es nada apropiado, es mejor que nadie se entere.

—De acuerdo, evita que está información continúe filtrándose, en especial que no lo escuche mi madre.

—Como desee Majestad, no se preocupe.

—¿Y sabes cuál es el motivo de la reunión?

—Desconozco los detalles lamentablemente.

—Bien, vete, le preguntaré luego, gracias por decírmelo.

¿Será que ayer me mintió y quiere adueñarse de mi harén? Eso es imposible, la única persona en la que piensa es en mi hermano que está tieso, pero no lo acepto.

Al terminar mi trabajo, me dirigí hacia la habitación y de camino miré a la sirvienta de Claire, ella estaba sosteniendo una bandeja vacía, como si le hubiese servido comida a mi esposa. Ambas cruzamos miradas y se detuvo parándose cerca de la pared de un pasillo, inclinándose para esperar que yo pasara, al igual que el resto de las sirvientas que también estaban cerca, esto es parte de la etiqueta de la servidumbre. Continúe mi camino, pero me detuve enfrente de la sirvienta de Claire.

—Majestad. —Saludó con la mirada baja.

—¿Qué llevabas? —Pregunté.

—La consorte había pedido unos postres.

Estoy segura de que es ella.

—¿Nos conocíamos antes? Por favor responde mirándome a los ojos.

Levantó el rostro un poco nerviosa.

—Acompáñame.

Entre a una de las habitaciones más cercanas y me senté en un sofá. Ella cerró la puerta para estar a solas y se arrodilló enfrente de mí.

—Sé sincera, ¿Nos conocíamos antes?

—La primera vez que la vi, fue cuando empecé a servir en el palacio.

—¿Cuál era tu nombre antes de ser capturada por el conde Virt?

—Fui capturada desde los 6 años, si tuve otro nombre, no lo recuerdo, así que soy Celine.

Mentirosa.

—¿Eres Janice no?

Mi primer amor.

—Disculpe, creo que me está confundiendo con otra persona.

La tomé de la cara y levanté su rostro para verla bien por primera vez.

—¿No me conoces, Janice?

—No tengo idea de qué está pasando, siempre me he llamado Celine.

Si no quiere reconocerlo, no la seguiré molestando. 

—Bien, entonces no sé quién eres.

Me levanté molesta y salí del lugar.

Según mis investigaciones, Janice fue secuestrada por los hombres del conde Virt, así que el resto de mis investigaciones fueron enfocadas al conde y encontré una lista larga de crímenes. Como princesa oculta, no podía hacer mucho, así que, por medio de un subordinado, le envié las pruebas de su corrupción a mi hermano para que los presentara ante mi padre. Johan se llevó el mérito y yo el acceso a los registros de esclavas confiscados.

Encontré el registro donde capturaron a Janice, sin embargo, no sabía si fue intercambiada, vendida, si seguía viva o muerta. Ya habían ejecutado al conde antes de poder preguntarle personalmente, pero mientras estaba en el mercado, uno de mis hombres reconoció al asistente del conde, una persona que escapó y nunca habíamos podido encontrar.