CAP 9 - Ella.

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Se ve diferente, se arregla diferente, incluso su cabello es distinto.

Pero es ella.

En mi cabeza sigue siendo la misma a pesar de esa máscara que cubre una gran parte de su rostro, es raro porque nunca nos acercamos. De hecho fuí la persona más invisible porque creo ni me reconoció.

Recuerdo las veces que intenté hablarle pensando que podría asociarme con ella o una mínima posibilidad de trabajar a su lado, admiraba su trabajo y quien era, pero mi perseverancia nunca alcanzó nada. Fuera de eso, me gustaba verla de lejos, admirar esos hermosos ojos verdes, siempre se me hizo curioso que a cada rato tenía un nuevo estilo de cabello, especialmente me encantaba ese rojo que la hacía lucir tan imponente.

Me emocionaba cada vez que la veía en las noticias o en algún programa donde era invitada, a pesar de saber que no era alguien conocido como para pensar que ella tendría una mínima idea de quién soy, la admiraba.

El día que corrió ese vídeo donde asesinó a Cabral, no pude tomarme en serio las cosas horribles con las que se referían a ella en internet y hasta en la misma televisión, era evidente que la grabación estaba cortada y para colmo el tipo estaba sobre ella, cualquiera con dos dedos de frente se haría una idea de lo que estaba tratando de hacerle. Pero pero otro lado, tuve una sensación extraña de saber que ahora había perdido todo su imperio.

Yo crecí desde cero, cuando empecé a fijarme más de su vida empresarial quería ser igual, crecer tanto o más. Todavía era novato en esto de la construcción y mi empresa era bastante pequeña, en mi estupidez pensaba que una mujer podría ser más fácil de tratar y así poder trabajar con o para ella, pero nunca lo logré, hasta me gané unos buenos insultos de su dichoso asesor de imagen quien me negó acercarme.

Ahora extrañamente era ella quien estaba sin nada y yo era un empresario poderoso, creí que había muerto y cuando la ví bailando en ese lugar se me hizo conocida, lo que confirmó mis sospechas fué cuando pude escuchar su voz, voz que oí tantas veces en televisión pero nunca en persona, pero era inconfundible.

Estaba a punto de hacer algo que nunca me imaginé que pasaría y justo tuvo que sonar el maldito celular, en cualquier otra ocasión lo hubiera apagado pero era tan importante que tuve que dejarla ahí sin más.

No encuentro la manera de explicar lo que sentí cuando la tuve abajo de mí, así, sin ropa y tan expuesta. Cuando me percaté de que dejé mi billetera pude simplemente dejarlo pasar pero yo quería...no, necesitaba una excusa para acorralarla y volver a verla, aunque fuera por escasos momentos.

Ya se que debo parecer un intenso, pero ahora que entré en este juego, no pienso retirarme.

"Bsss, bsss"

Otra vez el maldito celular.

¿Bueno?

–Papá, necesito que vengas.

–Lucho, sabes que estoy en Francia, ya dime que pasó.

–Mamá se puso mal otra vez, tengo miedo.

–Olvidalo, voy para allá.

***

Narra Altagracia:

José Luis Navarrete. Exitoso empresario dueño de la constructora Navarrete, 37 años, casado y con hijos y bla, bla, bla –cerré la computadora –Al fin me acuerdo de este hombre, recuerdo que Cabral me habló de que intentó acercarse a mí para negocios y no sé que más, tenía muchas cosas pendientes y ni atención le presté.

Alma de Acero || NavagraciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora