CAP 28 - Una casa en paz, un regreso desviado.

141 9 22
                                    

"Te centras tanto en tu zona de confort, que el peligro afuera no existe.

Lástima que solo está en tu cabeza."

***

Altagracia:

-Empiezo a creer que me bautizaron con vinagre en vez de agua bendita -solté una rasgada por mi garganta a modo de queja, mientras caminaba por los pasillos de mi empresa -¿Cómo, carajo? ¿¡cómo mierda pude hacer algo tan estúpido!? Navarrete no va a dejar a su esposa ni aunque lo amenazen con cortarle los huevos.

-Estás sobrepensando, José Luis no me parece el tipo de persona que se atreva a hacerte algo así. -Aseguró, intentando seguirme el paso, lo que parecía imposible debido a mi correteo

-Dame dos razones para creer eso, y quizás lo considere.

-Primero, porque sabe que terminaría castrado por ti. Segundo, porque se ve que ha cambiado... un poco, antes era un mujeriego de lo peor, ahora solo se le levanta cuando se trata de ti.

-Caras vemos, vergas no sabemos, Matamoros. Ya nos acostamos y siguió con eso de "formalizar" pero, no sé...

-Mira -se detuvo, tomándome por el brazo y volteándome a él -Yo sé que tienes problemas de confianza ante casi cualquiera, pero se sabe que lo que tú más amas de una persona es la confianza también. Si no estás segura de que el canoso ese te quiere o no, entonces termina con él, yo solo te aconsejo que dejes esas dudas de lado y lo intentes o podrías terminar lastimandolo a él o a ti misma.

Joder, odio admitir que alguien que no soy yo tiene razón... pero tiene razón.

Digo, no es muy ético meterme con un señor casado, pero tampoco es como que ellos estén muy bien. De igual forma, me considero una una mierda por ser el cuerno, al fin y al cabo, la que quedará como una perra ante los ojos de muchos soy yo.

Ahora, ¿vale la pena? ¿Valdría la pena si se trata de estar con José Luis?

A penas empezamos a ser novios, aún así, esto me provoca una sensación muy parecida a cuando era una adolescente enamorada... Oh, César, me gustaría saber qué piensas de mí ahora, quizás estás decepcionado de mis pasos en esta vida.

-Tienes razón... -bajé la cabeza, terminando de analizar -Ey, espera, ¿cómo sabes que José Luis tiene canas?

-Cuando empezaron a trabajar en Brasil y me mandaste a meterme a su vivienda para vigilarlo, le descubrí un paquete de tinte negro usado.

-Sí, se me olvidó. Al menos no está calvo.

-Al menos soy natural, preferí raparme a ponerme pelucas.

-¡Ey! -pellizué su hombro -Con mis pelucas no te metas. Y ya, vamos que se me va a hacer tarde de tanto hablar bobadas.

-Ya. Entonces, ¿qué pasó con ese proyecto?

-Vandalismo, al parecer -viré los ojos, tratando de sonar despreocupada -Según, vieron a unas personas que no lograron indentificar robándose los materiales e incendiando partes de la construcción.

Él torció la expresión de su cara, haciéndose una idea de lo que esto podría significar -¿Cuántas personas eran?

-No se sabe con exactitud, estaban regados y todos tenían la misma vestimenta, pero me relatan que fueron como... ¿quince? Para ser así, hicieron bastante, es una construcción muy grande. Por lo menos el equipo logró neutralizar los daños, ahora tendremos que retrasar el proyecto.

Alma de Acero || NavagraciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora