Capítulo 1

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UK consideraba aquellos días como la cosa más desgraciada que le había pasado en su existencia. Firmando y moviendo papeles de un lado a otro con su mirada seria, no podía evitar sentir una inquietud abrumadora y casi asfixiante en su pecho.

Francia estaba sentada en otra silla frente a él en su oficina leyendo un libro que había encontrado por ahí. El silencio entre ambos parecía ser casi eterno e interrumpido solamente por el sonido de las hojas al voltear, hasta que la francesa habló.

-¿Cuánto tiempo piensas seguir firmando porquería? -preguntó con desgano -cuando Alemania venga sería de mal gusto recibirlo así.

UK la miró con sorpresa, por unos breves segundos.

-¿Alemania?

-¿En qué mundo vives, Reino? -cuestionó Francia con una pizca de burla en su tono, pero ligeramente preocupada por la falta de atención del contrario en su agenda -Hoy tienes una reunión con él, la organizaste hace semanas...

Reino Unido dejó los papeles de lado con prisa, y chequeó su reloj de muñeca con mucha mas energía y viveza que hace dos segundos. El estrés lo hacía reaccionar.

-¡Mierda! Lo olvidé... -Se levantó de su asiento y comenzó a guardar todo lo de la mesa en los cajones de su escritorio -No sé como voy a verle la cara, que vergüenza. ¿Crees qué me diga algo?

Francia lo observaba todavía sentada en su lugar como si no lo entendiera. Es que a veces UK hablaba más rapido de lo que pensaba, y era difícil seguirle el ritmo.

-¿Decirte algo de qué?

-¡De la guerra, Francia!

La francesa negó como si aquello fuese estúpido.

-No, ¿por qué lo haría? Es una guerra en la otra punta del mundo, es decir, tu eres el involucrado más o menos pero...

-Estoy en guerra con Argentina hace dos meses, ¡dos putos meses! Por unas islas que ni siquiera sabía que existían hasta hace dos semanas cuando miré un mapa -gritó el británico, Francia volteó los ojos: ahí iba de nuevo con sus rabietas diarias -Alemania se crió con Argentina desde que era una cosita enana que le llegaba a la cintura, ¡es prácticamente su hijo! ¿Crees qué no me va a decir nada? ¡¿tu crees?!

Francia se alzó de hombros indicando que el tema en verdad no le preocupaba. En su opinión, UK solo exageraba, ¡Alemania era un amor! Estaba completamente segura de que no iba a reclamarle nada, pero UK con sus exageraciones era una cosa inevitable.

-Bueno, el chico es bastante listo -dijo la francesa con calma -Y ciertamente ser criado por un latino con fama de altanero hizo que tenga más caracter, ¡pero vamos! Tu también lo conoces de pequeño y sabes que te adora, no deberías preocuparte tanto.

-No sé...

-Mira, en unas horas debo volver a mi zona en Berlín. Si sigo aquí mas de dos minutos de lo pactado tu hermana va a matarme, intenta no estresarte, ¿si? -pidió Francia -tu estrés hace que yo me estrese también.

Reino Unido suspiró intentando calmarse y pensar claramente. Francia tenía razón, no era la gran cosa. Sabía que Alemania no iba a reclamarle nada porque en primer lugar, medio mundo fue notificado de que el no tuvo ni voz ni voto en el descenlace de esa guerra. Su preocupación iba por otro lado, temía que Alemania al ser cercano a Argentina tuviera noticias de él, noticias recientes, y él no estaba preparado para recibir malas noticias.

Argentina y Reino Unido habían sido amigos desde hace tiempos inmemorables. Se conocieron cuando el argentino era una colonia ingenua que apenas conocía su propia tierra. Las primeras impresiones no habían sido buenas, pero entre una cosa y otra "Río de la Plata" había terminado colado en un barco suyo, y no tuvo opción que soportarlo dos meses mientras atravesaban el atlántico, solos.

Latir Desigual [UkArg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora