PERFUME Y TIERRA HÚMEDA
-Zuko, ¿Por qué estás aquí fuera? –La mano de su amigo palmeó su espalda con ligera suavidad, ambos viendo cómo el sol se despedía de ellos con un último suspiro de luz –Te enfermarás, y luego Katara estará molestando contigo.
-Ella ya está molestandome
-Cierto. No logro comprender el porqué...
-Yo... yo no debía dejarla marchar Aang. –Sus ojos se llenaron de las lágrimas que se había negado a derramar antes, los dedos aferrándose cada vez más a la madera bajo ellos –Debía detenerla. Debía detenerla, ¡Maldición! –La cercanía del más joven se fue de pronto, como una ilusión, el rastro de decepción bañando la voz siempre impregnada de jovial alegría.
-Hablas de Toph, ¿Verdad?
Su tío Iroh había partido esa mañana con Ba Sing Se. Montado en el lomo de Appa, a quien Aang le había prestado para la ocasión, el anciano había cargado sus más preciadas pertenencias y se había despedido de ellos. Al mismo tiempo -y sólo segundos antes de que el animal se elevara- llevando sólo una bolsa con unas pocas prendas y la roca espacial tan preciada para ella, Toph había dado un rápido abrazo a Sokka, montándose luego sobre el enorme bisonte volador.
Katara corrió gritando algo que no logró captar por la rapidez con la que las cosas habían pasado, su mano alzada en segura despedida de la amiga que, hasta hace solo cosa de media hora, marcharía con ellos a la tribu agua del sur. Él y Aang se habían sorprendido también, desde luego, y solo Sokka parecía conocer los planos improvisados de la muchacha.
El bisonte había estado ya a mucha altura cuando, tras largar un suspiro y patear una valiente piedrita que se cruzó en su camino, Sokka volteó hacia su hermana murmurando un nada disimulado "¿Pensabas realmente que iría con nosotros?", adentrándose luego en el palacio. Lucía lo suficientemente deprimida como para que ninguno de ellos se atreviera a atosigarlo con preguntas acerca de la escurridiza maestra tierra.
-No entendí por qué debías detenerla tú, Zuko. –Vio en dirección a su amigo que, curioso, mordía una y otra vez su labio inferior –Quiero decir, ella era mucho más cercana a Sokka. Incluso pensé que eran novios, ya sabes, por eso de que iba a seguirlo a la tribu de agua y todo eso.
-Toph nunca saldría con Sokka.
-¿Puedes estar seguro de eso? Harían una linda pareja, y ambos son tan geniales. Además, que Toph sea maestra tierra y maestra metal es el complemento perfecto para Sokka, que no controla ningún elemento, pero es un gran guerrero.
-Sigue sin sentido tener.
-Tiene mucho. Él es un guerrero, ella una maestra metal. Toph controla el material principal con el que lucha Sokka.
-Sokka nunca podría llenar el corazón de alguien como Toph.
"¿Puedo pedirte una cosa?" lo había detenido en medio del proceso de vestirse la mañana del día anterior, timidez disfrazada de jovial vitalidad plasmada en su voz. Zuko ascendió entonces, dejando la pesada capa sobre su cama, sabiendo que ella sentía cada uno de sus movimientos sin siquiera necesitar la vista. Toph hizo un sonido con su garganta, nervioso y asustado, las manos ocultas tras su espalda, los dedos probablemente retorciéndose incómodamente.
Katara la había peinado ese día, no hacía falta adivinarlo, ya que llevaba su look clásico bastante alejado del cabello trenzado con flores que Ty Lee había hecho en ella. Y no podía lucir más bella aun si lo pidiera como un deseo, porque Toph era linda de un modo que antes no habría comprendido, pero que ahora a Zuko le quitaba el aliento. Con respecto a la ropa, ésta vez con los colores del reino tierra, el maestro fuego podría asegurar que la de su nación la hacía lucir mejor. Pero eran meras opiniones personales.

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Broken Soul | Toko
FanfictionADVERTENCIAS ⚠️ • Se hace alusión: abuso fisico, abuso sexual, lenguaje soez, relación de diferencia de edad. • No te lo tomes en serio, es un fanfic. ________________________________ -Toph... -Katara, aún dudando, se detuvo al verla encogerse aún m...