Solo Yo.

6

Pasaron seis hermosos meses desde que llegué a Rusia, y he decidido que es hora de turistear lugares nuevos, asi que nos alejaremos de la fría nieve rusa hacia el cálido sol italiano.

Y las pizzas.

Y las pizzas.

Asi que hoy Vlad se dispuso a sacarme a una discoteca rusa que según el es una de las mejores y me dijo, o mas bien exigió, que debía vestirme de acuerdo a la ocasión, con mucha desgana y solo porque ya me iba le cumpliría el capricho.

No estaba dispuesta a maquillarme o peinarme mucho.

Ni siquiera sabes hacerlo.

Ya lo se, por eso lo menciono.

Asi que tuve que llamar a alguien que me ayudara a hacerlo, era mi primera salida a perrear en Rusia, tenía que impactar.

En la mañana, bueno, al mediodía porque dormí toda la mañana, salí escabulléndome de mis centinelas para almorzar con Vlad en un MCDonalds, porque si, yo tenía dinero, pero ninguno de esos restaurantes pipirisnices me llenaban el estómago con sus miniplatos, asi que no iba a desperdiciar dinero allí.

Luego fuimos a tomarnos fotos de despedida y a comprar recuerdos, asi como varios pares de esas hermosas botas altas que venden por aquí.

Deja la obsesión por los zapatos.

No quiero.

A eso de las 7, llegaron las personas que había solicitado para mi cambio, ya Rapunzel había elegido mi ropa.

El ruso sabe mas de moda que tu.

¿Que no has visto como se viste?

Parece modelo de revista.

Exacto.

Me puse una ropa interior de encaje negra para que no se marcara nadita, porque el vestido, largo y ancho no era.

Era bastante corto, de color negro con cuello tortuga y manga larga, esto hacía que se marcaran bastante mis pechos y mi trasero, y ¡mierda! que buena estoy. Me cogería a mi misma.

Por debajo tenía unas pantimedias puesta, uichhh eso estilizaba mis piernas aun mas, y para el toque final, las enormes botas de tacón negras, hermosa.

El maquillaje fue ligero, ahumado en los ojos, y un color mate en los labios, lo mejor fue el ligero delineado dorado en los ojos, asi como el peinado recogido.

Cuando salí del Penthouse y llegué al Lobby del hotel, me sentí como en esas películas donde todo se para y solo te miran a ti? De esa forma.

Pude ver a todos mirándome con los ojos abiertos y la boca igual, quise sonreír pero me contuve, y como buena cubana y latina, contoné mas mis caderas y me acerqué a Jhon que tenía los ojos dilatados.

Esa no me la esperaba.

Yo tampoco.

-Buenas noches Jhon, buenas noches muchachos -los saludé sonriendo de lado.

-Buenas noches Señorita -dijo el recuperando la compostura.

-Hoy iremos a despedirnos de Rusia, esta es la dirección a la que iremos -le entregué el papel donde Vlad me había escrito el lugar.

-Esta bastante cerca, estaremos allí enseguida -dijo evitando mirarme y dando indicaciones para que trajeran el auto.

Cuando ya estuvo allí, pasé por su lado rozándolo a propósito y pude sentirlo tensarse, al igual que cuando mi vestido se subió cuando me senté, sonreí en grande para mi.