Almas de vidrio [Yaoi/ Gay]

Capítulo 4

Leandro POV

¿Que sensación es esta? ¿así se siente ser querido? No puedo pensar bien, me siento en otro mundo, como si el tiempo se detuviera y nada hubiera pasado. El incendio, la muerte de mis padres, el intento de violacion de Rupert, como si nada, siento una calidez en mi pecho y extrañamente la siento mientras estoy abrazado a él... Aguarda ¡¿el?!.

Desperté de golpe y vi a Alistair desnudo a mi lado.

-Alistair- Lo zarandee un poco para despertarlo- ¡Alistair!- Grité y el me miró asustado.

-¿Que pasa?- Pregunta muy natural.

-¿Que hicimos anoche?- Pregunté algo cabreado.

-Tuvimos sexo- Abrí mis ojos como platos al oír eso.

-¡¿Y lo dices tan natural idiota?!- Pregunté perdiendo mi imagen de chico timido.

-Básicamente me lo estabas pidiendo a gritos "¡Oh Alistair metemela bien profundo!"- Se ríe.

-¿Donde esta mi ropa?.

-Ni idea.

-Si la escondiste te mato.

-Oye estuve dormido todo el tiempo no pude haberlo hecho.

Puse los ojos en blanco y busqué por toda la habitación mi ropa mientras Alistair me observaba el culo.

-¡Ven y ayudame!- Grité.

-¿Por qué? La vista aquí es excelente- Respondió y se levantó dejandome ver la gran masa que tenía entre las piernas- Wow deja de babearme el piso, ya se que estoy buenote.

-E-esto yo... Yo no- Dije nervioso por lo que dijo- ¡Callate y ayudame a buscar!.

Suspira y busca por todas partes del suelo de madera.

-Encontré tu ropa interior- Me sonrojo al verlo allí con mi ropa interior en las manos sin embargo lo que más me da asco es que la huele- Ahhh todavía tiene tu esencia.

-Eres un cerdo- Le arrebato el rojo calzoncillo de la mano y me lo pongo.

-No se como te ves mas sexy, con o sin calzoncillos- Dice mientras sigue buscando mi ropa- Sabes los siervos no vienen hoy así que puedes andar así si quieres.

-¿Siervos?- Arqueo una ceja- Que culto- Digo sarcásticamente

-Solo me gusta decirlo así- Se levanta del suelo y me pega a su cuerpo- Dame un besito de buenos días- hace un puchero.

Y sin siquiera pedirlo me besa con todo y lengua, lo muerdo sacándole algo de sangre.

-¡Aaagh Puto!- Exclama mientras yo me río.

Salgo de la habitación y por si se lo preguntan, Sí, salí en ropa interior.

Me perdí en la inmensidad de la casa ¿como un policía puede vivir en una mansión tan grande como esta? Por milagro encuentro las escaleras y bajo a la sala de estar, dirijo mi mirada al sillón cerca de una pequeña chimenea, un libro está sobre éste y lo tomo en mis manos.